El bloque independentista ha tumbado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de Pedro Sánchez, abocando la legislatura a su final. Moncloa ha anunciado que la decisión sobre un posible adelanto electoral la comunicará el presidente del Gobierno el próximo viernes, pero el dictamen parece claro: habrá elecciones pronto. La pregunta es cuándo. Ante el inminente anuncio, todos los partidos comienzan a esbozar sus líneas maestras de campaña. Es el caso de Pablo Casado, quien, tras la rueda de prensa posterior a la sesión plenaria, ha explicado en un corrillo con periodistas cuál será su enfoque.

El presidente del Partido Popular ha admitido que desde las primarias él está en campaña electoral continua. Eso sí, ha asumido que, a partir de ahora, las cosas cambian.

Considera que, ahora debe, dar prioridad al asunto catalán. “Todo será el 155”, ha afirmado ante los periodistas, explicando que el tema catalán será el pilar fundamental de su discurso durante la campaña.

Y es que, en los últimos días bien se había ganado la crítica de diversos sectores, tanto políticos como mediáticos, por sus declaraciones sobre la ley del aborto y la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Parece ser que esto le ha llevado a rectificar el rumbo de su argumentario.

“No volveré a morder el anzuelo”, dijo Casado, quien especificó que hablará de Cataluña, pero “si me preguntan, seguiré diciendo lo mismo”.

Con respecto a Vox, asegura que no hablará de ellos porque poseen el “votante descarriado” del Partido Popular al que quiere volver a enamorar. Asimismo, ha asegurado que él buscará entrar en el cuerpo a cuerpo con el PSOE, no con Podemos, porque considera que sería darles alas a los morados: “Eso sería peligroso”.