El concejal de Más Madrid Pablo Soto se vio obligado a renunciar a su acta de concejal tras verse envuelto en un episodio de acoso sexual, según revela una investigación interna realizada por el partido liderado por Íñigo Errejón.

Desde Más País explican que la dirección del grupo municipal tuvo conocimiento de un posible caso de acoso que “afectaba a un cargo público municipal y a una militante de la organización”, por lo que activaron el protocolo anti acoso: “Se adoptaron medidas inmediatamente”.

Una experta se hizo cargo de una investigación interna para dirimir lo sucedido y trasladó un informe a la dirección del grupo municipal confirmando los hechos. El grupo se reunió con carácter de urgencia y se pidió la "dimisión inmediata" de Soto, que según Más País, se comprometió a entregar el acta antes de las 22:00 horas de este martes.

Sin embargo, “en lugar de cumplir con su palabra”, hizo público un comunicado “con su versión de los hechos que no concuerda con la versión de la víctima, a la que esta dirección concede absoluta veracidad”.

El concejal en cuestión asegura que cuando le dijeron que “una persona se había sentido acosada” por él “solo podía decir que era imposible”. Según su versión de los hechos, pidió a una persona de su entorno laboral que le ayudara a ir al baño, ya que Soto tiene una importante minusvalía. "Si no puedo hacerlo solo (ir al baño), normalmente se lo pido a alguien de máxima confianza. Y si no, sencillamente, me aguanto", ha descrito. Sin embargo, no recuerda haber pedido ayuda para esa situación ese día. "Según me contaron, algo le dije a esa persona mientras estábamos en el baño. Todavía no sé exactamente qué, que tenía tono o significado sexual".

Más País ha condenado lo ocurrido sin paliativo alguno: “Desgraciadamente situaciones de acoso se dan constantemente en todos los ámbitos de la sociedad, públicos y privados, y ante hechos de este tipo una fuerza política progresista y feminista debe ser firme y contundente”.

Toda la plana mayor de la formación de Errejón salió en tromba a censurar lo ocurrido e instar a que no se produzcan casos semejantes. “No es no. En cualquier momento, lugar o circunstancia, caiga quien caiga. Que no haya próxima vez”, espetó Rita Maestre al respecto. En la misma tónica Marta Higueras, quien precisa que “no existe ninguna justificación”.

La de Soto es la segunda crisis que atraviesa el bisoño Más País. Unas 24 horas de este grave episodio, la plataforma sufrió la dimisión de Clara Serra. Según argumentó, su decisión está motivada por que “no comparto la manera concreta en la que Más País va a concurrir a las elecciones generales”. “El caso concreto de Barcelona ejemplifica una manera de hacer las cosas que no representa el espíritu plurinacional que tanto hemos dicho defender”.

A su juicio, la plataforma debe sumarse “a las fuerzas territoriales ya existentes” especialmente a aquellas que han funcionado y han conseguido conservar plazas claves”. “Pienso que si Más País debe enfrentarse a Ada Colau para conseguir los escaños que necesita quizás eso es indicativo de que no era aún el momento de que Más País concurriera a estas generales en estas condiciones y como partido estatal”, lamentó.

Pero la diputada regional no se quedó ahí. Aquejó también que “tengo desacuerdos importantes en la manera en la que este proyecto está funcionando como organización” ya que, “si algo hemos aprendido estos años es que la verticalidad y la falta de estructuras que acompañan a los hiperliderazgos dejan a las organizaciones sin los suficientes contrapesos. Hace falta hacer lo contrario de lo que hicimos cuando nos equivocamos: hace falta dejar de convertir las primarias en un trámite de cara a la galería, hace falta dejar de utilizar a la militancia solo para los refrendos de decisiones ya tomadas”.