Los planes de Moncloa continúan dilatándose. La reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Mordaza, ha sufrido un nuevo aplazamiento. Este martes se celebraba la quinta ponencia, que tanto PSOE como Unidas Podemos esperaban que fuera la última. Anhelaban convocar ya la comisión de Interior para aprobar el dictamen definitivo y elevarlo al pleno a principios de febrero. Sin embargo, las advertencias de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de EH Bildu han forzado a la coalición a darse una semana más para acercar posturas en los cuatro puntos de fricción que les generan rechazo.

La votación prevista para este martes se celebrará la próxima semana, en concreto, el martes 31 de enero, en la que será la sexta reunión de la ponencia. El Grupo Socialista y la formación morada mantienen su optimismo y no conciben un escenario en el que sus aliados habituales respalden el dictamen. Enfrente, la izquierda abertzale y el Grupo Republicano, que no prestarán sus bancadas para aprobar la reforma si no se artículos que consideran impepinables.

En la cita de hoy se han aprobado otras cuatro enmiendas más sobre el derecho a manifestación, las competencias de los alcaldes en materia de sanciones y las multas graves a quienes utilicen sustancias que provocan sumisión química. Con esto, se han modificado ya 35 de los 54 artículos que conforman la ley Mordaza, así como los retoques en la ley Orgánica del derecho a la manifestación. Con todo, Unidas Podemos es perfectamente consciente de que los socios del Ejecutivo se han enrocado en el ‘no’.

Según fuentes conocedoras de las negociaciones, el PSOE rehúsa modificar los artículos relativos al uso de las pelotas de goma, otro referente a las faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia y las devoluciones en caliente. Estos son los cuatro elementos que quedan por limar después de haber logrado consensuar el 30.3 referente a la responsabilidad de los convocantes de las manifestaciones. “El Grupo Socialista se niega a tocar una coma de todo esto” y Unidas Podemos y el PNV “han asumido que salga una reforma de Mordaza light para quitarnos la losa de la reforma del PP”, lamentan fuentes parlamentarias de la izquierda abertzale.

Bildu está en sintonía con ERC y la situación evoca a lo ocurrido con la reforma laboral, cuando el Ejecutivo no fue tan ambicioso como esperaban y se opusieron. ¿El resultado? Salió adelante gracias al error en la votación telemática del diputado del PP Alberto Casero, quien durante meses descargó la responsabilidad sobre un fallo informático que nunca se produjo. Él mismo, a día de hoy, bromea con ello.

Echenique llamó en la noche del lunes al PSOE para solicitar el aplazamiento de la votación ante el riesgo real de que decayera

El jaque de los socios habituales de Moncloa es de aúpa. Al tratarse de una ley Orgánica se requieren 176 síes, por lo que “necesitan nuestros votos” y la propuesta “se nos queda muy corta y no nos parece suficiente” porque los aspectos más lesivos, represivos y más utilizados por la Policía para multar y reprimir manifestaciones no sufrirían alteración alguna. En consecuencia, “no se desactivaría la ley Mordaza como tal”, sino que únicamente “se tocarían unos artículos”, remachan las mismas fuentes.

En una rueda de prensa celebrada en el Congreso, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha admitido que el PSOE no termina de dar los pasos valientes necesarios para desbloquearla. “Hay que derogar o modificar de manera sustancial” los antecitados artículos, que son los más lesivos. “Pedimos que esos avances se puedan resolver en esta semana”, ha clamado. Según fuentes, fue el propio Echenique quien en la noche del lunes llamó al PSOE para solicitar el aplazamiento de la votación ante el riesgo real de que decayera.

Oferta insuficiente

Para esquivar el bloqueo, los socialistas han planteado abordar el asunto de las pelotas de goma en el articulado que regula las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y no en Mordaza. Asimismo, apuestan por dejar al margen la disposición adicional que recoge un régimen especial para Ceuta y Melilla por el cual “los extranjeros” detectados en la línea fronteriza que tratan de “superar los elementos de contención fronterizo” pueden “ser rechazados” a fin de “impedir su entrada ilegal en España". El PSOE esperaba que los socios aceptaran tratar este punto en la Ley de Extranjería para extirparla del debate, pero tanto ERC como Bildu se niegan porque no hay visos de ser modificada en lo que resta de legislatura.

“Dan por cerrada la negociación y dicen que el acuerdo está al caer. No es cierto. Son líneas rojas. Si no se tocan esos artículos, no se desactivará la ley Mordaza”, abundan; y sentencian: “A día de hoy, después de 11 meses de negociaciones y casi 40 reuniones, vemos difícil que salga adelante porque es complicado que se salven los escollos”.

El diputado de Bildu responsable del asunto, Jon Inarritu, sostiene en declaraciones a ElPlural.com que “si no hay un milagro y el PSOE se abre a negociar, será complicado que salga”. Confirma que “las cosas siguen igual que hace un año”, con las conversaciones sobre los aspectos más lesivos de Mordaza bloqueadas. De hecho, Inarritu rechaza de plano la propuesta de los socialistas de dejar para la ley de Extranjería las devoluciones en caliente porque “todo el mundo sabe que no va a haber ley de Extranjería en esta legislatura”.

“La ponencia se acaba y el tema no da más de sí. Irá a comisión y al pleno, pero no saldrá” reitera, responsabilizando al PSOE:  “Reconocen en privado dificultades del Ministerio de Interior y el aumento de la extrema derecha en los sindicatos policiales y de guardias civiles. Estamos en año electoral y no lo ven”. En este sentido, cree que la formación morada se ha plegado a una reforma light porque “a Podemos le vale más esto que nada”, pero “para nosotros sería un fraude”.

Por su parte, la diputada del Grupo Republicano María Dantas ratifica punto por punto lo afirmado por Inarritu, aunque en su caso, hace especial hincapié en lo relativo a las devoluciones en caliente. “No han querido ni hablar. Lo han dejado para  el final del todo”, lamenta Dantas en declaraciones a ElPlural.com.

La diputada explica que Esquerra siempre ha apostado por eliminar las devoluciones en caliente de Mordaza. Tal es su deseo que aparcaron su ambiciosa enmienda y pidieron un redactado “más posibilista” a Amnistía Internacional y a la Red Acoge, que por supuesto incluyera toda la legislación internacional y estatal. Ni con esas logró centrar el debate. Dantas relata una sangrante anécdota de la última reunión del grupo de trabajo: “Cuando acabé de hablar, nadie quiso intervenir. Nunca, en ningún otro artículo ha habido silencio. Y hubo un silencio sepulcral. Tuve que pedir un debate. ‘Por favor, ¿’podemos debatir sobre las devoluciones en caliente?’. Solo habló Jon [Inarritu]”.

ERC carga contra los socialistas acusándoles de no sentirse interpelados por la situación en la frontera sur: “Les da igual. Y no solo al legislativo, también al Ejecutivo y al judicial”.

“Se está diciendo que no queremos reformar esta ley, es mentira porque sino, no hubiéramos hecho 40 reuniones. Además, hemos sido muy pro activos”, defiende Dantas, quien celebra los avances en el artículo 30.3, referido a la responsabilidad de los convocados de las manifestaciones; pero aqueja que el resto “no mejora la vida de la ciudadanía y es letra fría”. Además, critica que la coalición de Gobierno se erija como “los partidos más progresistas” cuando “la enorme mayoría de cambios son siguiendo sentencias del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de DDHH que han hecho recomendaciones en repetidísimas ocasiones”.