El fantasma de la reforma laboral sobrevuela la ley Mordaza. “Son líneas rojas. Si no se tocan estos artículos, no habrá reforma de la ley Mordaza”. Así de contundentes se han mostrado los socios del Gobierno de coalición ante el optimismo de PSOE y Unidas Podemos. Socialistas y morados dan por hecho el acuerdo sobre la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana. Tal y como informó ElPlural.com, el calendario de Moncloa pasa por cerrarla la próxima semana en la quinta ponencia para convocar la comisión de Interior, aprobar el dictamen y elevarlo al primer pleno ordinario de febrero. Castillos en el aire, según EH Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que mantienen sus posiciones maximalistas y advierten: “Que salga adelante depende de nuestros votos”.

Fuentes parlamentarias de la formación vasca consultadas por este periódico critican que “PSOE y Podemos están intentando lo que hicieron con la reforma laboral”. Pretenden “aprobar ciertos avances, que es cierto que los hay, pero sin tocar aspectos esenciales”. En aquella ocasión, la izquierda abertzale finalmente no prestó su bancada, pero la estrategia de presión no funcionará esta vez: “No saldrá adelante sin nuestros votos porque al ser ley orgánica se necesitan 176 votos afirmativos. Aquí no valen más síes que noes o abstenciones”.

"PSOE y Podemos están intentando lo que hicieron con la reforma laboral"

Cuatro son los puntos de fricción: el uso de las pelotas de goma, el artículo referente a las faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia y la disposición adicional sobre las devoluciones en caliente. El PSOE, según Bildu, “se niega a tocar una coma de todo esto” y Unidas Podemos y el PNV han asumido que salga una reforma de Mordaza ligth para “quitarnos la losa de la reforma del PP”. Sin embargo, matizan que “a nosotros se nos queda muy corta y no nos parece suficiente” porque consideran que se trata de los aspectos más lesivos, represivos y más utilizados por la Policía para multar y reprimir manifestaciones. En consecuencia, “no se desactivaría la ley Mordaza como tal”, sino que únicamente “se tocarían unos artículos”, remachan las mismas fuentes.

Para esquivar el bloqueo, los socialistas han planteado abordar el asunto de las pelotas de goma en el articulado que regula las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y no en Mordaza. Asimismo, apuestan por dejar al margen la disposición adicional que recoge un régimen especial para Ceuta y Melilla por el cual “los extranjeros” detectados en la línea fronteriza que tratan de “superar los elementos de contención fronterizo” pueden “ser rechazados” a fin de “impedir su entrada ilegal en España". El PSOE esperaba que los socios aceptaran tratar este punto en la Ley de Extranjería para extirparla del debate, pero tanto ERC como Bildu se niegan porque no hay visos de ser modificada en lo que resta de legislatura.

“Dan por cerrada la negociación y dicen que el acuerdo está al caer. No es cierto. Son líneas rojas. Si no se tocan esos artículos, no se desactivará la ley Mordaza”, abundan; y sentencian: “A día de hoy, después de 11 meses de negociaciones y casi 40 reuniones, vemos difícil que salga adelante porque es complicado que se salven los escollos”.

“Si no hay un milagro y el PSOE se abre a negociar, será complicado que salga”

El diputado de Bildu responsable del asunto, Jon Inarritu, sostiene en declaraciones a ElPlural.com que “si no hay un milagro y el PSOE se abre a negociar, será complicado que salga”. Confirma que “las cosas siguen igual que hace un año”, con las conversaciones sobre los aspectos más lesivos de Mordaza bloqueadas. De hecho, Inarritu rechaza de plano la propuesta de los socialistas de dejar para la ley de Extranjería las devoluciones en caliente porque “todo el mundo sabe que no va a haber ley de Extranjería en esta legislatura”.

“La ponencia se acaba y el tema no da más de sí. Irá a comisión y al pleno, pero no saldrá” reitera, responsabilizando al PSOE:  “Reconocen en privado dificultades del Ministerio de Interior y el aumento de la extrema derecha en los sindicatos policiales y de guardias civiles. Estamos en año electoral y no lo ven”. En este sentido, cree que la formación morada se ha plegado a una reforma light porque “a Podemos le vale más esto que nada”, pero “para nosotros sería un fraude”.

La mayor de las vergüenzas: las devoluciones en caliente

Esquerra y Bildu atesoran una sintonía manifiesta en Mordaza. La diputada del Grupo Republicano María Dantas ratifica punto por punto lo afirmado por Inarritu, aunque en su caso, hace especial hincapié en lo relativo a las devoluciones en caliente. “No han querido ni hablar. Lo han dejado para  el final del todo”, lamenta Dantas en declaraciones a ElPlural.com.

La diputada explica que Esquerra siempre ha apostado por eliminar las devoluciones en caliente de Mordaza. Tal es su deseo que aparcaron su ambiciosa enmienda y pidieron un redactado “más posibilista” a Amnistía Internacional y a la Red Acoge, que por supuesto incluyera toda la legislación internacional y estatal. Ni con esas logró centrar el debate. Dantas relata una sangrante anécdota de la última reunión del grupo de trabajo: “Cuando acabé de hablar, nadie quiso intervenir. Nunca, en ningún otro artículo ha habido silencio. Y hubo un silencio sepulcral. Tuve que pedir un debate. ‘Por favor, ¿’podemos debatir sobre las devoluciones en caliente?’. Solo habló Jon [Inarritu]”.

ERC carga contra los socialistas acusándoles de no sentirse interpelados por la situación en la frontera sur: “Les da igual. Y no solo al legislativo, también al Ejecutivo y al judicial”.

“Se está diciendo que no queremos reformar esta ley, es mentira porque sino, no hubiéramos hecho 40 reuniones. Además, hemos sido muy pro activos”, defiende Dantas, quien celebra los avances en el artículo 30.3, referido a la responsabilidad de los convocados de las manifestaciones; pero aqueja que el resto “no mejora la vida de la ciudadanía y es letra fría”. Además, critica que la coalición de Gobierno se erija como “los partidos más progresistas” cuando “la enorme mayoría de cambios son siguiendo sentencias del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de DDHH que han hecho recomendaciones en repetidísimas ocasiones”.

Los últimos avances

En las últimas semanas se han acercado posturas en cuestiones clave, como el diseño de un nuevo modelo generalizado de sanciones en función de ingresos, con rebajas del 50% para los sancionados que cobren 1,5 veces el Salario Mínimo y del 25% para los que ingresen entre 1,5 y 2,5. Incluso, pudiera suspenderse la multa previo acto de conciliación.  Ese asunto se solventó en diciembre junto a la despenalización de la difusión de imágenes de agentes con salvedades: que se ponga en riesgo su seguridad o la de sus familiares, que afecte a operaciones en curso o desvele instalaciones estratégicas. Ya en enero, el 12 concretamente, se pactó la rebaja de las multas. Para las infracciones leves la multa mínima seguirá siendo de 100 euros, pero la máxima pasará de 600 a 500; las graves podrán oscilar entre 501 y 25.000 (en lugar de los 30.000 vigentes) y las muy graves irán de 25.001 a 600.000. La cuantía máxima en este último caso no se altera porque está prevista para supuestos "muy concretos de alteraciones en espectáculos deportivos o culturales".