Al igual que el año pasado se juntaron en el Restaurante Riazor una buena parte de los militantes más cercanos a Maru Menéndez y a Antonio Miguel Carmona.

Trescientos afiliados aplaudieron la presencia de alcaldes y diputados, junto a numerosos cargos orgánicos de cien agrupaciones que defendieron la necesidad de reconstruir el partido en Madrid y en el resto de España.

La idea de un cambio y una renovación en el socialismo madrileño revoloteó durante toda una noche que tuvo como principales protagonistas a los militantes que intervinieron libremente sin un orden protocolario establecido.

Entre las personalidades que participaron en la cena junto a Carmona y a Menéndez, se encontraban las exdelegadas del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión y Amparo Valcarce, miembros de la anterior Ejecutiva Federal como Eva Matarín, alcaldes como Narciso Romero de San Sebastián de los Reyes, Javier de los Nietos de El Boalo, el exalcalde Pedro Castro, la exconcejala Noelia Martínez, el coordinador regional de Educación Juan Francisco Rodríguez, exdiputados regionales como Eusebio Hernández Jabonero o César Giner, entre otros.

Del mismo modo, al encuentro también asistieron importantes referentes de los socialistas madrileños como Macarena Elvira o Alberto Mateo, entre otros muchos secretarios generales de la federación.

Muchos de los presentes defendieron la necesidad de dar un nuevo impulso al PSOE de Madrid tras varios años de ausencia de propuestas políticas de la Ejecutiva madrileña comandada por Sara Hernández.

En ese sentido, muchas de las críticas se centraron en culpar tanto a Pedro Sánchez como a Sara Hernández, de que el partido en Madrid acabara en las elecciones de diciembre como cuarta fuerza política en la región.

En ese sentido hubo varias alusiones al intento de descabezamiento de los socialistas de Madrid. Primero en la figura de Tomás Gómez, cuyo relevo en febrero de 2015 y su sustitución por una Gestora presidida por Rafael Simancas, borró a los socialistas de Madrid de la agenda pública madrileña, a juicio de los presentes que intervinieron.

También se aludió a la separación de Antonio Miguel Carmona del liderazgo municipal por parte de Pedro Sánchez, a quien se le retiró del posible gobierno en el municipio y de la Portavocía socialista en el Ayuntamiento de Madrid, por ser considerado por los pedristas una persona de máxima confianza de Susana Díaz en Madrid.

Muchos de los presentes en sus intervenciones pidieron al propio Carmona que diera un paso adelante para sacar al partido en Madrid de la situación en la que se encuentra.

Las alusiones a Susana Díaz fueron tan numerosas que algunos de los intervinientes pidieron a Carmona que le transmitiera a la presidenta de la Junta de Andalucía su deseo de que se presentara a secretaria general del partido

Muchas fueron también las alusiones a recuperar Madrid y a que los socialistas en la región volvieran a tener el protagonismo que merece la región. Uno de los personajes más criticados entre las mesas fue César Luena, a quien se refieron algunos participantes como “el peor secretario de Organización del PSOE de todos los tiempos”.

Carmona en la manifestación contra la violencia machista
Horas antes los socialistas madrileños asistieron a la manifestación en contra de la violencia machista. Preguntado por los periodistas, Carmona no quiso referirse a la cena, sin embargo señaló en las calles de Madrid que “la solución del PSOE-M pasa por la integración de todos, por la pluralidad de opiniones y por el convencimiento de que aquí no sobra nadie”.

El PSOE-M organizó tras una pancarta su presencia en la manifestación de Ópera a Sol, liderados por Sara Hernández y con la presencia de la actual Ejecutiva regional, y acompañados también por algunos dirigentes de la órbita federal como Antonio Miguel Carmona o Maru Menéndez.