Aunque ellos han insistido en negarlo todo, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz considera más que probables las acusaciones que recaen sobre los líderes de Manos Limpias y Ausbanc, unas acusaciones que hablan de extorsión y que han provocado que los máximos dirigentes de ambas organizaciones duerman esta noche en la cárcel.

Pedraz ha decretado prisión incondicional y sin fianza para Miguel Bernad y Luis Pineda, que fueron detenidos el pasado viernes acusados de extorsionar a bancos a cambio de publicidad o de retirar acusaciones que ellos mismos presentaban.

Bernad queda imputado por extorsión, amenazas y pertenencia a organización criminal, mientras que pineda ha sido imputado por los mismo delitos más estafa, administración desleal y fraude de las subvenciones.

Organización criminal

Para Pedraz está claro. Actuaban como una organización criminal al mando y orden de Luis Pineda. Mientras que de cara a la galería Ausbanc era una asociación sin ánimo de lucro, la realidad es que se aprovechaban de su actividad como defensores de los consumidores para presionar a entidades que, previamente, habían denunciado. Dicho de otra manera, presentaban casos contra figuras o empresas a las que luego chantajeaban para poner fin a esas actuaciones.

Además, en el auto el juez explica cómo se las arreglaban para conseguir contratos publicitarios coaccionando. Es aquí donde también actuaba el sindicato Manos limpias.

Otros investigados

Además de escuchar a las dos cabezas visibles, Pedraz ha tomado declaración a tres arrestados más, a los que ha dejado en libertad bajo la condición de acudir a comparecer cada 15 días en el juzgado, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir de España.

Se trata del tesorero de Ausbanc, Alfonso Gil Solé; el adjunto al presidente de Ausbanc, Ángel Garay Echeverría, y el director de Comunicación de Manos Limpias, Francisco Castro Villacañas.