Las asociaciones de guardias civiles han remitido a la Dirección General del cuerpo un escrito conjunto en el que rechazan el proyecto que pretende regular el aspecto físico de los agentes, así como derechos individuales como la libertad de expresión.

En un comunicado, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) y Unión de Guardias Civiles (UniónGC) informan que en su escrito a la Dirección general reprochan que se pretenda imponer “cánones estéticos” que no son acordes “con nuestros tiempos”.

Tanto si visten uniforme como si no
El borrador de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso El Plural, quiere establecer el aspecto físico de los guardias, en asuntos tan personales como los tintes para el pelo, el largo de las uñas, el uso de tatuajes o piercing.

La orden, que firma el director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado Merino, afectará a todos los agentes, tanto si visten el uniforme como si no, pero que “por las circunstancias concurrentes, sea notoria la condición de guardia civil y suficientemente conocida por la ciudadanía”.

Tintes acordes con el color natural del pelo
Según esas normas, el cabello deberá ir “aseado y peinado”, de color “natural” y sólo se permitirá tintes, cuando estos sean “acordes con los colores naturales del cabello”.

Las agentes mujeres podrán llevar “mechas o reflejos”, pero solo si son “tonos similares al color base”. Incluso el uso de gomas, horquillas y redecillas deben ser siempre “de color similar al del pelo” y que “no destaquen a la vista”. No podrán llevar diademas. Estará prohibido para ellas y ellos “el uso de peinados tipo rasta” o de “pequeñas trenzas tipo étnico”.

En el caso de los hombres, el corte “será el clásico” y debe dejar al aire “la totalidad de los pabellones auditivos”. En cuanto a la longitud del bigote, no deberá estar por debajo de la comisura de los labios, mientras que la barba tendrá un máximo de tres centímetros de espesor.

Maquillaje normativo
La Guardia Civil también regula la longitud de las uñas, que en el caso de los agentes masculinos “no sobrepasará el borde del dedo” y sin esmalte, mientras que a las mujeres se les permitirá que sean de tres milímetros y con esmalte “de color transparente o similar al color natural de los labios”. Eso sí, todas del mismo color y pintadas “uniformemente”. Sobre el maquillaje, destaca que “será de uso potestativo y exclusivo para el personal femenino” y siempre que no destaque “su color sobre la propia piel, empleando tonalidades suaves”. Además, el lápiz de ojos “se utilizará exclusivamente para perfilar el contorno del ojo”.

La Dirección General de la Guardia Civil quiere también regular el uso de accesorios que llevarán los agentes, así, por ejemplo, el tamaño de los relojes no excederá el ancho completo de la muñeca de su portador y no se podrán llevar más de dos anillos, “siempre que no sean ostentosos”. Los pendientes solo podrán ser usados por las mujeres y nunca podrán desbordar los límites del lóbulo de la oreja. Pulsera, solo una y siempre que “no cuelgue ni contenga lemas, símbolos o imágenes de carácter reivindicativo”.

Las “perforaciones” estarán prohibidas cuando sean “visibles vistiendo las diferentes modalidades de los uniformes”. Si están hechas en las distintas partes de las orejas, el “ornamento” debe ser retirado y el agujero, tapado “con apósitos de un color similar al de la piel”.

Los tatuajes quedan “absolutamente prohibidos” cuando “contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades o virtudes militares” o reflejen “motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso”. Además, prohíbe a los agentes hacerse nuevos que puedan ser visibles con el uniforme puesto. Si se los hicieran, el agente “se verá obligado a eliminarlos”.

Declaración jurada sobre sus tatuajes
Los agentes tendrán que hacer “una declaración jurada” en la que deberán detallar “el número de tatuajes que presenta, el lugar y la descripción de los mismos”, una información que será archivada. Los que los porten tendrán que cubrirlos con “apósitos o vendas de compresión que tengan un color similar al de la propia piel o el uniforme” cuando sean visibles.

Las asociaciones de guardias civiles creen que se intenta “regular derechos y libertades, como la libertad de expresión, la protección de datos de carácter personal o el principio de igualdad, así como entrando incluso a regular la vida privada de los guardias civiles al pretender que dicha norma se haga extensible fuera del ámbito del servicio profesional, sin tener capacidad jurídica para ello”.

Estas organizaciones piden que se retire la orden “tal y como está redactada”, si no, anuncian “posibles acciones futuras”.