El 24 de julio, día siguiente a las elecciones generales, se cumplirán exactamente nueve años de la tragedia de Angrois, el accidente ferroviario que se cobró, a 3 kilómetros de Santiago de Compostela, 80 víctimas mortales y dejó heridas a 145 personas. Los 13 vagones de un tren de Alvia descarrilaron por un fallo en el protocolo de seguridad que motivó una negligencia del maquinista, y que acabó con las imputaciones del mentado, Francisco Garzón, y del por aquel entonces jefe de seguridad en la circulación de ADIF, Andrés Cortabitarte. De este accidente no fue reprochable únicamente los problemas en los protocolos de seguridad, sino el posterior trato que se dio a las víctimas del siniestro. Cabe recordar también que, por aquel entonces, el hoy candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, era el presidente de la Xunta de Galicia, con todas las responsabilidades que ello conlleva en un suceso de este calado. 

La Asociación de Víctimas del Tren de Santiago ha vuelto a traer a la mesa este suceso, y se ha cuestionado: "¿Por qué, en plena campaña, nadie se acuerda de este impresentable episodio del candidato Feijóo?", acompañando el tuit con un vídeo en el que se aportan testimonios e imágenes del deleznable trato que se le dio, desde la Xunta de Galicia, a los afectados por el accidente.

"El presidente de la Xunta, el señor Feijóo, decidió que nos quería dar unas medallas. Nosotros nunca quisimos que se nos otorgara ninguna medalla. Pese a nuestra petición, ellos hicieron una fiesta, entre comillas, para hacernos entrega de las medallas. La mayoría de las víctimas acudimos a la Ciudad de la Cultura, que era donde se celebraba este acto. Quisimos entrar, simplemente, a exponer nuestros motivos por los que no queríamos recibir ninguna medalla. Yo no soy ningún héroe, yo lo que hice fue salir de debajo de un tren y sobrevivir. Nosotros no queremos ningún premio, simplemente queremos la verdad", comienza relatando el afectado. 

"Pues cuando llegamos allí, nos encontramos varios furgones de la Policía Nacional y a los Antidisturbios, y no nos dejan entrar", expone, justo cuando el vídeo da paso a una toma donde se puede ver la mencionada presencia policial, y a otra de las víctimas protestando por el trato recibido. 

"¿Por qué no nos dejan entrar? No queremos la medalla, pero nunca hemos dicho que no queramos asistir al acto. De hecho, hemos traído la documentación de todos los que hemos estado en el hospital, e incluso los certificados de defunción. Queremos saber por qué no nos dejan entrar y nadie da la cara. Esto nos parece un ataque a la democracia, es un comportamiento propio de la peor de las dictaduras. No es un comportamiento humano, ni democrático, ni nada que se le parezca. No nos consideran ciudadanos", denuncia la afectada.

 

El vídeo cierra con la intervención de Feijóo en el primer aniversario del accidente: "Todos los idiomas del mundo serían insuficientes para expresar lo que siente nuestro pueblo. Sin embargo, provistos de ese bagaje limitado, tenemos la obligación de hacer presente lo que pasó aquí hace un año. Es una tarea tan difícil como imprescindible, porque no puede quedar en el tiempo un silencio que sea la entrada al olvido", relató. 

Sin embargo, a pesar de esta intervención, el testimonio de las víctimas deja claro que la Xunta de Galicia nunca les escuchó ni estuvo de su lado. No querían medallas, querían conocer cuáles fueron las causas reales del fatal accidente. Querían asistir al acto en conmemoración por lo ocurrido, en el cual, de hecho, iban a ser condecorados, pero al rechazar dichos honores, les fue vetada por completo la entrada con presencia policial. ¿Cuál es la lógica que motiva el veto a la entrada a un acto de unas personas que, en un principio, iban a ser condecoradas en ese mismo acto? Un trágico episodio político que parece haber quedado en el olvido, y del que Alberto Núñez Feijóo nunca ha hecho declaraciones al respecto.