El Gobierno de Mariano Rajoy dejó a los pies de los caballos a los trabajadores con una reforma laboral que dio barra libre a los empresarios. En la oposición, Pedro Sánchez prometió en reiteradas ocasiones que la derogaría si era presidente. Ahora, la precariedad parlamentaria en la que tendrá que gobernar (84 escaños socialistas de un total de 350 diputados) le hará complicado cumplir con sus principales promesas.

El líder socialista lo advirtió ya en el debate de la moción de censura a Rajoy: “Nosotros no vamos a poder resolverlo todo". En particular, sobre la reforma laboral, adelantó: "Hay que ser muy conscientes de lo que se le puede pedir o no al Gobierno en lo relativo al nuevo estatuto de trabajo y a derogar las contrarreformas del sistema público de pensiones".

Devolver poder a los sindicatos
Sánchez podría apostar por la negociación colectiva y devolver a los sindicatos el poder que Rajoy les arrebató, para que saquen la cara por los trabajadores y negocien un pacto que permita mejorar los salarios, superar la precariedad laboral, la temporalidad de los contratos o el fraude de empleados obligados a convertirse en falsos autónomos para ahorrar a las empresas los costes sociales.

Un giro en política laboral que el nuevo Gobierno afrontaría en la cuerda floja, en la diana de Bruselas, pendiente del ajuste presupuestario, y de la patronal española, que ya reclamó a Sánchez el mismo día del triunfo de su moción que no derogara la reforma laboral.

Más impuestos para los más ricos
Un atisbo a la política económica que Pedro Sánchez tiene en su cabeza nos lleva a sus Presupuestos alternativos, presentados por el PSOE en abril pasado.El objetivo planteado por los socialistas fue financiar un incremento del gasto social de unos 10.000 millones de euros gracias a una subida de impuestos por valor de 6.500 millones. Un incremento impositivo para las capas más altas de la sociedad. Una vieja reivindicación del PSOE, desde la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido.

Sánchez defendió aumentar hasta el 26,5% (cuatro puntos más que el actual) en el tramo estatal el Impuesto de la Renta, a partir de los 150.000 euros de ingresos anuales. Además, elevar los tipos impositivos al ahorro, del 23% máximo de ahora hasta el 30%, para los contribuyentes que obtienen más de 50.000 euros por este tipo de rentas y tienen unos ingresos mayores de 150.000 euros al año. La recaudación por estos conceptos sería de 1.500 millones de euros al año, según las cuentas socialistas.

El impuesto a la banca

El entonces líder de la oposición anunció un impuesto a la banca, del 8%, a través del Impuesto de Sociedades, que podría valer para financiar parte del déficit de la Seguridad Social, de 18.800 millones de euros, según explicó Sánchez.

Los socialistas preveían unos ingresos de 4.000 millones de euros gracias a la presión fiscal media del 17,3% en el Impuesto de Sociedades a las empresas y un tipo mínimo del 15% a las multinacionales.

La recaudación pensada por los socialistas también incluyó ingresar unos 600 millones de euros al equiparar la tributación del gasóleo a la de la gasolina.

Pensiones e IPC
Con los jubilados en las calles de toda España contra el abuso perpetrado por Rajoy por desconectar las subidas de las pensiones del IPC, Pedro Sánchez ha dicho ya que quiere convocar el Pacto de Toledo.

En enero pasado, el líder socialista prometía blindar en la Constitución la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones, y “volver a situar la evolución de las pensiones conforme al índice de precios al consumo”, esto último no parece viable por el momento dado el escaso margen de maniobra dentro de los Presupuestos aprobados por el PP con los que tendrá que tirar.

Sánchez abogaba por una apuesta firme contra el fraude fiscal que, según sus cálculos permitirían ingresar al Estado unos 1.500 millones de euros, y un ahorro público en torno a los 2.000 millones de euros.

Ingreso mínimo vital
Otra de las promesas estrella del PSOE fue el denominado Ingreso mínimo vital, que, según explicó, es “una prestación nueva dirigida a los hogares sin ingresos y en situación de necesidad, sea cual sea la causa, como Prestación No Contributiva de la Seguridad Social, similar a las Pensiones No Contributivas”. Beneficiaría a 730.000 hogares sin ingresos. Se trataría de una renta de entre 600 euros y 1.800 euros al año para aquellas familias que ingresan menos de 17.238 euros al año.

En esa línea, el PSOE ha anunciado ya la creación de un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, que dependerá directamente de Presidencia, cuyo fin es revertir la elevada tasa de pobreza infantil.

Políticas activas de empleo
Los Presupuestos alternativos del PSOE previeron 1.100 millones de euros para políticas activas de empleo, 986 millones más para educación 715 millones de euros adicionales para dependencia, 251 millones para sanidad y 344 millones para vivienda.

Sánchez también previó ampliar hasta seis semanas obligatorias el permiso de paternidad fijado actualmente en las cuatro semanas voluntarias.  

Un Ministerio de Igualdad
El líder socialista habló de recuperar la cartera de Igualdad, que según se ha conocido en las últimas horas, pondrá ya en marcha. También apostó por ministerios de Industria (con una dotación de 832 millones), de Ciencia (801 millones para I+D) y otro de Transición Ecológica.

Toda una apuesta de política social y progreso a la que miran los españoles con escepticismo y esperanza.