El BOE recoge este viernes el inicio del proceso para sacar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, aprobado el pasado 31 de agosto y que proporciona a la familia un margen de quince días para comunicar que harán con el cadáver. Este proceso caduca en un año, por lo que entre consultas a otras administraciones y alegaciones que la familia pueda hacer, antes de que cumpla el plazo el cuerpo debe estar fuera del Valle.

Aunque las declaraciones que ha dado el Gobierno no siempre sustentan los mismos argumentos. Después del Consejo de Ministros que aprobó el arranque de este procedimiento, Isabel Celaá, ministra portavoz, aseguró que “no puede haber ningún mauselo, en un sistema democrático, erigido para un dictador”. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Carmen Calvo, vicepresidenta, se han manifestado en esta misma línea durante las últimas semanas.

Las razones recogidas en los textos legales para tomar la decisión de que Franco ha de estar fuera del Valle de los Caídos no es que fuera un dictador. Es que no es una víctima de la Guerra Civil, según recoge El BOE nuestro de cada día.

De esta manera, en el Decreto Ley que aprobó el Gobierno el pasado día 24, aunque sí se nombra a Franco en la exposición de motivos, se elude a una alusión directa en el articulado. Lo establecido concluye en que allí sólo permanecerán tumbas de víctimas de la Guerra Civil y el resto serán trasladados. Por lo que, como Franco no es una víctima, ha de exhumarse. El texto hoy publicado arranca un proceso al hilo de esta afirmación, de acuerdo con el Decreto Ley. Así se pone en marcha la exhumación porque “consta en Acta Notarial de 20 de noviembre de 1975 su fallecimiento por causas naturales y no tiene, por consiguiente, la condición de víctima de la Guerra Civil española”.