De momento el viaje a Tomelloso es corto. Y además vamos en brazos del morbo. Sea por casualidad o no, lo cierto es que, como podían leer en el güiquilik de ayer,  se había creado un duelo que provocaba todo el interés político: en menos de un kilómetro se reunían las dos mujeres que simbolizan el futuro del poder político en España. En un rincón estaba la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. En el otro, la ministra de Defensa y, más que probable, candidata a las primarias socialistas de las que saldrá el sucesor de Rodríguez Zapatero. Ni que lo hubieran planeado.

¿Pero por qué no viene Barreda? La verdad de la verdad
Pero había más. Había runrún. Los periodistas de la caravana, y los que no, querían saber por qué en el acto de Chacón no iba a estar presente el presidente y candidato socialista por Castilla La Mancha, José María Barreda. Los periodistas somos así. Desde ayer dábamos vueltas al asunto.

Por la mañana lo aclaró el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, después de la reunión de los lunes de la Ejecutiva del PSOE: Barreda había decidido que no quería mezclar sus actos con los que organizara Ferraz, es decir, con aquellos en los que estuvieran ministr@s y/o altos cargos del PSOE.  Es más, ya había habido un acto electoral en Cuenca que había protagonizado José Blanco, y Barreda no fue. Es más, está previsto un acto de Rubalcaba en Toledo este fin de semana y tampoco estará Barreda. Pero se tardó en aclarar el asunto, y algún malentendido y alguna suspicacia ha creado el asunto incluso dentro del Partido Socialista.

En realidad luego sí ha estado en el acto Barreda. Bueno, la señora de Barreda. Porque Clementina, la mujer del presidente manchego, diputada por Ciudad Real, ha acompañado a la ministra en Tomelloso, que no deja de ser su circunscripción. Les contaremos un güiquilik además: en realidad Barreda y Carme Chacón tienen una excelente relación… ¿Que eso puede tener una lectura pensando en las primarias por llegar? Seguramente, pero ahora ya saben, nadie habla de primarias. No hasta el día 23 de mayo. Por lo menos.

La ministra supera las expectativas de los organizadores
Cuando llegamos a Tomelloso los periodistas de la caravana eran más de las 7. Y la verdad es que la sala estaba bastante vacía. Ya les vengo contando lo mucho que miramos esto de la asistencia los de la caravana. Y nos pusimos a contar, cómo no, sillas. Eso sí, al bulto. Pregunté a uno de los organizadores: “Faltan 15 minutos y esto está vacío –le dije- ¿Cuántas sillas habéis puesto?”. “500”, me dijo, “pero vamos a llenar. Es que la gente está aún volviendo a casa del trabajo, arreglándose, hemos convocado a las 7.30…, pero no empezaremos antes de las 8”.

Y en efecto, a eso de las 8 las 500 sillas estaban ocupadas, pero además otro centenar largo de personas se agolpaban en los pasillos de los alrededores. Chacón había superado las expectativas de los organizadores. El morbo, al menos en ese aspecto, estaba superado para la ministra. Su poder de convocatoria había funcionado.

El Epílogo que era una especie de Plaza Vistalegre
Otro asunto que había dado mucho de qué hablar en la caravana, no les voy a repetir lo que nos gusta sacar punta a cualquier tema, era lo del nombre de la sala donde se celebraba el acto: Salones “Epílogo” ¿Por qué aquí con todas las dobles lecturas que el nombrecito puede tener? Pregunté de nuevo al organizador. Y resulta que este lugar es para los socialistas de  Tomelloso como la plaza de Vistalegre para los de Ferraz: o sea, el lugar donde celebrar sus grandes actos. “Aquí tuvimos a Rubalcaba en 2008, cuando las elecciones generales –me dijo el hombre, Javier por nombre-, y hace unos días aquí presentamos nuestra candidatura local, y llenamos”.  A ellos el nombre no les parecía nada raro. Igual ellos tienen razón y los que somos raros somos a veces los periodistas.

Bueno, es medianoche. Hora de recogerse. Que mañana tenemos en Ciudad Real un encuentro más o menos off the record con el presidente Barreda,  y a media tarde debemos estar en Cantabria para coincidir por tercera vez con el presidente, Zapatero. Volvemos a las etapas rompepiernas.