Pablo Casado ha acudido al plató de El Programa de Ana Rosa para someterse a una entrevista primero por la propia presentadora y, después, por un grupo de niños. De esta última pocas cosas se pueden sacar en claro. No obstante, una de las niñas le ha preguntado sobre “qué le diría a su hijo si quiere disfrazar de princesa”. El presidente del Partido Popular respondió que le diría “que elija una”.

Pero más allá de este tierno momento y de mantener que prefiere ir de la mano junto a Albert Rivera antes que con Abascal, el grueso de la entrevista se ciñe a la conversación con Ana Rosa Quintana. En esta entrevista, Casado, poseído por los espíritus bricomaníaco y culinario, ha analizado los posibles pactos post electorales.

El líder conservador ha reconocido que la situación de Andalucía “no es repetible a nivel nacional”, aludiendo a la traducción de votos a escaños atendiendo al reparto por provincias. Destaca que los votos de Ciudadanos o Vox podrían marcharse al PSOE o a Podemos en el caso de localidades pequeñas, por lo que ha llamado a “unir el voto en torno al Partido Popular”. “España se juega mucho”, apostillaba Casado.

El cemento, la tortilla y los huevos

El líder genovés ha tirado de metáforas para ejemplificar los pactos postelectorales. “A mí que me encanta el bricolaje”, comenzaba Casado que equiparaba el método de obtención del cemento con las alianzas. “Tienes que mezclar la cantidad justa de agua, arena y cemento para que la mezcla salga bien. El PP es el cemento, que es lo que lo hace fraguar”, afirmaba.

Casado aludía al porcentaje de cada uno de los partidos del bloque de las derechas. “O sumas en escaños o no sumas”, explicaba el dirigente conservador. No obstante, el propio Casado se desdiría posteriormente, señalando a la tortilla y los huevos como un ejemplo más fidedigno de las alianzas tras las urnas.

Optimista con las encuestas

Después de adornar las alianzas con metáforas, Casado deslizó que el único partido que de verdad se preocupa por los problemas del pueblo es el Partido Popular. Inmediatamente después, Casado lanzaba una pregunta: “¿A alguien le gustaría ver a Pablo Iglesias como ministro de Economía después de lo visto en Venezuela?”.

El dirigente conservador respondía que lo que él busca es “una España en la que la gente viva bien” y, para ello, “hay que crear empleo para todos”. Eso sí, no olvidó el dardo al PSOE de Pedro Sánchez, asegurando que “solo se preocupan por reescribir la historia y dividir a los españoles por su ideología”.

Casado ha reconocido que, tras la moción de censura, el Partido Popular tuvo una brutal depresión demoscópica. Las encuestas no eran benévolas con los conservadores. Sin embargo, muestra su optimismo y sostiene que “salimos a ganar”. “Ahora nos hemos empezado a recuperar pese a la irrupción de Vox”, puntualiza.

Barras de bar

Preguntado por las diferencias entre los conservadores y Vox, Pablo Casado ha advertido que “nosotros apoyamos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, aludiendo a la última polémica de los ultraderechistas sobre las armas. “Esto pasa como en el fútbol, todo el mundo tiene un seleccionador nacional dentro”, precisa a la vez que insta a “no hacer política de barrar de bar” porque la política “es muy compleja”.

Asimismo, también se ha referido a los fichajes de Vox. En concreto a los militares. En este mercado, populares, naranjas y ultras han capitalizado las incorporaciones. Pero los nombres que la extrema derecha ha adoptado en sus filas son de lo más polémico. Generales franquistas e incluso historiadores negacionistas, pese a que este último fue forzado a dimitir por sus ideas sobre el Holocausto y los lobbies que financian a la formación.

Casado se ha referido a la rueda de prensa en la que Abascal no sabía qué contestar a preguntas muy concretas para excusarse, posteriormente, que “llevo a España en el corazón y no en la cabeza”. Pero más allá de esto, acusa a Vox de no tener un proyecto y completar sus listas con personas nostálgicas de una época oscura.

El trifachito

Preguntada por la definición que Dolores Delgado otorgó al trío de las derechas – derecha trifálica -, Casado ha asegurado que “en esos ámbitos de los reservados y las grabaciones no me meto”. No obstante, aprovecha para criticar a Pedro Sánchez y al PSOE de ser radicales. “Los moderados somos nosotros, que llegamos a acuerdos con Ciudadanos, Foro Asturias…”, desliza el líder genovés.

Para finalizar su paso por Mediaset, antes de someterse a las preguntas de los niños, calificó a Torra como un “iluminado” que busca una “guerra civil como en Eslovenia”. “Quien no quiera a Torra mandando en España, no puede votar a Sánchez ni a sus aliados”, concluye.