María Dolores de Cospedal y Esteban González Pons en el mitin que han protagonizado este jueves en Tarancón (Cuenca).



El 22 de mayo de 2011, María Dolores Cospedal ganaba (aunque por un solo diputado de diferencia) las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha. El PP comenzaba a gobernar en una comunidad hasta entonces feudo socialista, y desde ese momento, hasta la fecha, no ha habido ni un solo día en el que asociaciones ciudadanas, agricultores, sindicatos, profesores, médicos, farmacéuticos, funcionarios, partidos políticos… no hayan protestado por la política de recortes llevada a cabo por la también secretaria general de los conservadores españoles. Tres años de sombras y una sola “luz”: la reducción del déficit, pero a costa ¿de qué?

El paseíllo videográfico del infierno sanitario
Trienio neoliberal que este jueves, fecha de la efeméride “triunfal y gloriosa”, ha quedado acentuado de forma bochornosa por una cámara oculta que ha grabado la situación vergonzosa e inhumana que sufren a diario los pacientes que se aventuran a ir al servicio de urgencias de cualquier hospital público de Castilla-La Mancha. En este caso, el vídeo recoge el escenario tercermundista vivido esta semana en el centro “Virgen de la Salud” de Toledo, donde se puede apreciar hacinamiento insalubre, una enfermera consolando a un anciano sentado en una silla, rodeado de camillas, atestadas de personas con distintas patologías, o como una hija viste a su padre ante la mirada de acompañantes, médicos, enfermeras y pacientes que se mezclan y cruzan en este pasillo del infierno sanitario, en el que decenas de pacientes aguardan, unos sentados, otros de pie, a ser atendidos en un servicio de urgencias que, después del despido de cientos de profesionales, se muestra impotente ante las continuas avalanchas de ciudadanos que demandan sus cuidados.



“Tres años de dolores”
En este sentido, el secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, tras constatar la “caída del servicio público sanitario con un 10% de camas cerradas permanentemente”, recordaba este jueves en Albacete el citado trienio neoliberal del PP al frente del Gobierno regional como "tres años de dolores para Castilla-La Mancha, tanto en lo político como en lo social, con soberbia en las formas, crudeza y crueldad en las políticas sociales e incluso abandono de nuestra autoestima como castellano-manchegos”, señalaba.

Representantes de los sindicatos con la carta que han querido entregar en el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno de María Dolores de Cospedal.



Desprecio a los sindicatos
No opinan así las huestes de Cospedal, que a pesar de no celebrar la efeméride, sí han hecho gala de tronío y ostentación, rechazando, eso sí, que los sindicatos pudieran registrar una carta dirigida a la presidenta de Castilla-La Mancha en la sede toledana del Palacio de Fuensalida, en la que repasan los “daños causados por Cospedal a los empleados públicos, al empleo público y al servicio público en nuestra comunidad autónoma”. Al final tuvieron que entregarla en otras dependencias lejos del centro gubernamental.  “Queremos recuperar los derechos que nos ha quitado en tres años, pero que conseguimos en treinta, porque nadie nos los regaló”, concretan.

A golpe de querellas
Pero no solo desprecia a los sindicatos (los ha recibido una sola vez en tres años), también desde el mismo día de su toma de posesión inició una “caza de brujas” contra el anterior gobierno socialista de José María Barreda. Hasta 16 querellas ha presentado Cospedal, pagadas, naturalmente, por todos los castellano-manchegos, y una tras otra son desestimadas por la Justicia. La última se ha conocido el día de la celebración del trienio neoliberal. Un juzgado ha archivado la denuncia contra las consejeras de Economía y de Cultura, María Luisa Araújo y Soledad Herrero, respectivamente, por un presunto fraude en la compraventa de un inmueble en Ciudad Real, al considerar que no había delito. Patinazo que se suma al rapapolvo del Alto Tribunal manchego que la obliga a readmitir a 300 funcionarios despedidos ilegalmente.