El expresidente del Gobierno José María Aznar ha abogado porque las "grandes fuerzas políticas y grandes líderes políticos compartan objetivos, definan algunas políticas posibles y tengan agendas positivas", y ha advertido del desafío de los populismos y nacionalismos radicales. 

Para definir ese papel, Aznar ha dicho que "tener la casa en orden es absolutamente básico" y los españoles deberían "espabilar" y definir políticas y objetivos comunes para establecer una política europea que permita a España empujar en la buena dirección.

El expresidente popular ha llamado a "reforzar o incluso reconstituir los elementos básicos" de las democracias liberales frente a las amenazas que en algunas partes del mundo, Europa incluida, pueden ser "muy atractivas". "Se les puede llamar nuevos autoritarismos, totalitarismos, democracias iliberales, populismos, se les puede llamar nacionalismos radicales o movimientos simplemente radicales, pero el orden liberal está siendo desafiado", ha resumido.

Aznar ha participado hoy en un foro organizado en Madrid por la Fundación Concordia, de la que forma parte, y la Cámara de Comercio de EEUU en España, pero ha dejado claro que no le habían invitado para hablar de la situación política española, aunque ha dado algunas pinceladas al hablar del papel de España en la Unión Europea.

Una situación de difícil gobernabilidad

Aznar ha dicho ver con preocupación que partidos centrales en las democracias europeas han entrado en "graves crisis" y son sustituidos por movimientos populistas o nacionalistas que ponen en cuestión la existencia de la UE, las existencias nacionales, o bien la economía libre y la democracia liberal. Además, ha advertido de que esa situación hará más difícil la gobernabilidad europea, porque deja de existir el gran pacto bipartidista entre socialistas y 'populares' que mantenía el funcionamiento de las instituciones.

En este contexto, ha dicho, la Comisión Europea será más débil, y el Consejo, los Gobiernos nacionales, serán más fuertes, y eso debería ser un motivo de reflexión de cara al papel de España y a cómo puede mejorar su posición "en una Unión Europea donde las instituciones comunes van a ser menos y lo intergubernamental va a ser más".

En un foro muy centrado en las relaciones trasatlánticas, Aznar se ha definido como un firme europeísta y atlantista, convencido además de que el éxito del proyecto europeo no es explicable sin Estados Unidos. Por eso, considera fundamental tanto preservar los valores trasatlánticos como preservar la existencia de la UE, porque "cualquier movimiento en favor de la desintegración" sería "extraordinariamente negativo" y llevaría a "repetir momentos muy negativos" de la historia europea.

Reformas económicas

Aznar ha advertido de que el crecimiento de la economía española, que sigue por encima de la media de la Unión Europea, no se mantendrá si no se hacen reformas, y que "en términos económicos, de reformas positivas para la economía del país, aquí no se hace nada desde hace cinco años, y eso no es bueno".

Según ha señalado el expresidente, el crecimiento económico aún está "viviendo de reformas que se hicieron hace algunos años que produjeron un incremento de la competitividad muy grande", así que ha advertido: "que nadie piense que eso va a seguir si no se hace nada".

Aznar ha participado en un foro organizado en Madrid por la Fundación Concordia, de la que forma parte, y la Cámara de Comercio de EEUU en España, pero ha dejado claro que no le habían invitado para hablar de la situación política española, aunque ha dado algunas pinceladas al hablar del papel de España en la Unión Europea.

Para empezar, ha recalcado que, para definir ese papel, "tener la casa en orden es absolutamente básico". Y, aunque no era el momento de explicar cómo, sí cree que los españoles deberían "espabilar" y definir políticas y objetivos comunes para establecer una política europea que permita a España empujar en la buena dirección.

El expresidente ha afirmado que él es partidario -e incluso es algo que echa de menos-, de que "entre grandes fuerzas políticas y grandes líderes políticos se compartan objetivos, se definan algunas políticas posibles y existan agendas positivas". A su juicio, hay que "reforzar o incluso reconstituir los elementos básicos" de las democracias liberales.

El desafío de los populismos y nacionalismos radicales

Parte de su discurso ha sido una advertencia contra las amenazas que se ciernen contra la democracia liberal, amenazas que en algunas partes del mundo, Europa incluida, pueden ser "muy atractivas". "Se les puede llamar nuevos autoritarismos, totalitarismos, democracias iliberales, populismos, se les puede llamar nacionalismos radicales o movimientos simplemente radicales, pero el orden liberal está siendo desafiado", ha resumido.

Una situación de difícil gobernabilidad

Aznar ha dicho ver con preocupación que partidos centrales en las democracias europeas han entrado en "graves crisis" y son sustituidos por movimientos populistas o nacionalistas que ponen en cuestión la existencia de la UE, las existencias nacionales, o bien la economía libre y la democracia liberal. Además, ha advertido de que esa situación hará más difícil la gobernabilidad europea, porque deja de existir el gran pacto bipartidista entre socialistas y 'populares' que mantenía el funcionamiento de las instituciones.

En este contexto, ha dicho, la Comisión Europea será más débil, y el Consejo, los Gobiernos nacionales, serán más fuertes, y eso debería ser un motivo de reflexión de cara al papel de España y a cómo puede mejorar su posición "en una Unión Europea donde las instituciones comunes van a ser menos y lo intergubernamental va a ser más".

En un foro muy centrado en las relaciones trasatlánticas, Aznar se ha definido como un firme europeísta y atlantista, convencido además de que el éxito del proyecto europeo no es explicable sin Estados Unidos. Por eso, considera fundamental tanto preservar los valores trasatlánticos como preservar la existencia de la UE, porque "cualquier movimiento en favor de la desintegración" sería "extraordinariamente negativo" y llevaría a "repetir momentos muy negativos" de la historia europea.

El Brexit, "un gigantesco error"

De hecho, ha recalcado que el Brexit es "un gigantesco error" con el que "el Reino Unido será menos reino y menos unido" y del que nadie saldrá ganando: ni Reino Unido, ni la UE ni Estados Unidos.

Según su análisis, el Brexit debilitará a Reino Unido, debilita a la UE para poder articular una política influyente entre Estados Unidos y China y ante Rusia y, también "una pésima decisión ejemplo de que las políticas populistas, incluso en la cuna de la democracia parlamentarias, son un desastre para los intereses de la gente".

Aznar ha avisado también de un escenario europeo con la economía debilitada, la crisis de población y los costes del Estado del bienestar. A su modo de ver, Europa, con un 7 por ciento de la población mundial, un 25 por ciento de la economía y un 50 por ciento del gasto social, está en "parámetros que no son sostenibles".