El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardà, ha provocado abucheos en el hemiclo al explicar por qué se quieren independizar de España. "¿Por qué se cree que nos queremos ir? Porque queremos una Cataluña sin corrupción y una sociedad libre", ha argumentado para proclamar: "A Gürtel la juzgará la Audiencia Nacional, pero nosotros lo juzgaremos el 1 de octubre. ¡Adiós corrupción, bienvenida república!".

Se olvida, sin embargo, del caso del 3%, que afecta muy directamente a sus socios de PDeCAT (antigua convergencia) en el Gobierno de la Generalitat. Eso no debe contar para ERC, que ha evitado pedir cuentas en el Parlament catalán a Carles Puigdemont por este caso de corrupción que afecta muy seriamente a su partido.

Sin embargo, en el Congreso de los Diputados ha aplicado otra vara de medir con la corrupción. "¡Estamos hartos de la corrupción! ¿Qué se creen, que somos imbéciles?”, ha gritado desde la tribuna. 

Tardá ha subrayado que la ciudadanía tiene que saber que "hoy está aquí porque le hemos tirado de las orejas" y ha acusado al presidente de tener un concepto "drástico, un tanto podrido y muy corrompido" del término constitucionalismo.

El diputado independentista ha argumentado que Cataluña tiene asumido que las instituciones españolas carecen de autoridad moral y la mayoría las percibe como "corruptas e incapaces de sintonizar con los anhelos de la ciudadanía". De España, ha dicho "sólo recibimos insultos, prejuicios satánicos, caricaturas burdas, apelaciones a la violencia y amenazas. Sólo le queda la fuerza para imponer el poder".

Tardá ha acusado a Rajoy de aferrarse al poder "contra viento y marea" y se ha preguntado qué puede esperarse de una persona con altas responsabilidades en el PP que no dimitió cuando supo que su extesorero tenía una cuenta bancaria en Suiza. También ha recordado que calló la verdad en la Audiencia Nacional, en referencia a su declaración como testigo, "y se rió de los jueces".