Mientras que en las sedes del Partido Popular celebraban una eufórica noche de victoria electoral con 40 escaños obtenidos, Podemos lamentaba el total fracaso en unos comicios autonómicos en los que no han obtenido representación parlamentaria y que los han llevado a situarse incluso por debajo del partido animalista, PACMA, que, también sin escaños, obtuvo el 0,4% del total de votos.
Las reacciones ante este claro debacle no tardaron en hacerse públicas. Uno de los fundadores y ahora exdirigente Juan Carlos Monedero, ha señalado que parte de la responsabilidad de esta derrota y esta perjudicial división del bloque de izquierdas, parte precisamente de la falta de coalición y las ambiciones personales de cada partido. A través de sus redes sociales, Monedero ha señalado que “mientras una izquierda egocéntrica, desagradecida, adolescente o acosada se estrella, gana el PP de las mentiras, los recortes, las muertes en las residencias, el negacionismo climático, referenciada en Israel y Milei y nostálgica del pasado”.
Algunos, sin mucho éxito, venimos diciendo que un partido es territorio, ideas y debate, no un rincón mediático estrecho ni un puñado de convencidos; que la división en la izquierda, tan trabajada, es un desastre; que todos tienen su culpa, pero, sobre todo, quien tenía la…
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) February 19, 2024
De la misma manera, la candidata a la presidencia de la Xunta gallega, Isabel Faraldo, ha reconocido los malos resultados y ha afirmado que “es necesario fortalecer el proyecto de Podemos, eso fue lo que nos enseñó esta campaña”. No obstante, y a pesar de ello, ha mantenido una postura de seguridad y confianza en el futuro del partido que encabeza: “hoy no acaba nada, hoy empieza todo”. También ha habido espacio para las críticas hacia el Partido Popular sobre el cual Faraldo ha señalado que desde Podemos trabajarán para la población “más vulnerable” que el PP dejará en el aire por una sanidad y educación públicas “vapuleadas”.
Los votos al BNG, también insuficientes
Entre sus principales lamentos: la concentración de votos progresistas en el BNG tampoco fue suficiente. Aunque no bastó para la victoria con los 467.074 votos obtenidos, la formación nacionalista, liderada por Ana Pontón, se ha convertido en la primera fuerza de la oposición, con un 31,6% de los votos y 25 escaños. Con mejores sensaciones que las experimentadas en la formación morada, Pontón se ha mantenido optimista asegurando que “esta campaña y este resultado indica que este país ha cambiado, que hay un antes y un después y que no hay marcha atrás”.
Además, lejos del retroceso experimentado por Podemos respecto a las últimas elecciones autonómicas, la tendencia en el partido nacionalista ha sido la contraria. Si en los anteriores comicios de 2020 obtuvo 19 escaños, en esta ocasión ha conseguido seis más, hasta los 25. Un crecimiento que no se ve reflejado de la misma manera en la formación morada. En las últimas elecciones, los morados, también sin escaños, consiguieron 51.630 votos respecto a los 3.854 obtenidos este domingo. Tampoco ha sido diferente el resultado del PSdeG-PSOE, quien ha perdido cinco escaños respecto a los 14 obtenidos en 2020.
Sumar, por debajo de Vox
Presentarse en solitario a las elecciones no ha hecho que ninguna de las dos formaciones estuviera cerca de convertirse en principal fuerza de la oposición. Si los morados quedaron por debajo del partido animalista, la formación de Yolanda Díaz, liderada en Galicia por Marta Lois, se ha situado por debajo del partido ultraderechista de Vox, también con 0 escaños. Con un 1,9% de los votos, Sumar se queda también sin representación en el parlamento gallego. A pesar de que estas eran las primeras elecciones autonómicas en las que se presentaba Sumar, sus resultados son poco esperanzadores si se comparan con los obtenidos en las generales del 23 de julio de 2023, donde se hicieron con el 10,94% de los votos.
DO: un escaño por encima del fracaso
No es lo habitual que la obtención de un solo escaño lleve a un partido a hacer historia. Sin embargo, así ha sido en el caso de Democracia Ourensana, liderada por Gonzalo Pérez Jácome, que, con tan solo un representante, ha logrado entrar en el parlamento gallego, y consigue así algo que no ha podido ser ni para Vox, ni para Sumar, ni, mucho menos, para Podemos. Jácome se ha mostrado satisfecho con este único escaño y ha señalado que “este diputado es tremendamente significativo porque a partir de aquí van a cambiar las cosas, no tan rápido como creíamos, pero lo que sí está claro es que van a cambiar y este diputado demuestra todo”.
