Las citas electorales se aproximan inexorablemente y el espacio progresista se prepara para la contienda. Sumar, el proyecto político de Yolanda Díaz, no concurrirá a las autonómicas y municipales de mayo, pero su espíritu estará presente en las papeletas. Las formaciones que hoy conforman Unidas Podemos apremian a la ministra de Trabajo a concretar su apuesta. El pasado fin de semana, Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida propuso crear una mesa de partidos para articular Sumar, una iniciativa que ha sido bien recibida por todas las sensibilidades moradas.

La propia Díaz, preguntada al respecto, dijo estar “muy satisfecha” porque IU quiera Sumar. “Bienvenida la propuesta”, sentenció, al tiempo que se mostró “segurísima” de que todos los colectivos sociales, personas particulares, sindicatos y formaciones políticas compartirían el proyecto.

Podemos también ve con buenos ojos la propuesta de Garzón. Su coportavoz, Pablo Fernández, manifestó el pasado lunes en rueda de prensa estar a favor, razonando que “todo lo que sea dialogar para alcanzar la unidad es bueno”. A su juicio, “es fundamental que vayamos unidos”, por lo que esa será su apuesta. No obstante, los morados introducen dos matices: celeridad y espacio.

Los de Ione Belarra insisten en que Díaz debería aclarar ya si va a ser su candidata y qué clase de vínculo quiere o qué rol ha reservado para Podemos. Fernández abundó en que están a la espera de que la ministra de Trabajo “acabe de conformar su partido político”. Algo más afilado, como es habitual, fue Pablo Echenique. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos incidió en que aguardan a que organice “su partido” y rebajó el suflé de la mesa de partidos. No se opuso, ni mucho menos, pero defendió que no hay un “problema de interlocución” y que lo único que hace falta es esperar a que la dirigente gallega concrete Sumar.

Fuentes de IU agradecen el respaldo, celebran que haya quórum y piden que la mesa se configure cuanto antes. “Es cuestión de pasar de las musas al teatro y concretarlo todo en la práctica, empezando por la mesa”.

Compromís también se ha sumado a la mesa. El diputado nacional y candidato a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Joan Baldoví, respaldó la iniciativa de Alberto Garzón. “Hay que empezar a hablar, a definir y a decidir qué es lo que queremos ser de mayores”, apuntó en una rueda de prensa celebrada este martes en la Cámara Baja. Al igual que los morados, Baldoví apremia a Díaz a clarificar su futuro. Asimismo, ha repetido que Compromís está abierto “a hablar con quien quiera cuando quiera” como siempre han demostrado acudiendo a la llamada de otros partidos. En las elecciones generales de 2015, los valencianos concurrieron en alianza con Podemos y la coalición se amplió con IU para 2016. En abril del 2019 compitió en solitario y en diciembre rubricó una coalición con Más País-Equo, alianza que aún mantiene con Íñigo Errejón y que se extiende a otros entes como Mallorca, la Chunta Aragonesista, Coalición por Melilla y Movimineto por la Dignidad y la Ciudadanía en Ceuta.

Primarias abiertas

Además de la mesa de partidos para unificar la izquierda y ultimar Sumar, el ministro de Consumo pidió a Díaz que las candidaturas se hilvanaran mediante unas primarias “proporcionales, con censo específico y por circunscripciones” ya que “es la mejor manera de generar un proceso de participación y refrendo popular”. Podemos también ha asumido como propia esta petición. “Estamos a favor de las primarias abiertas. Tiene que ser la gente la que elija sus candidatos”, sostuvo Fernández.

El pasado jueves Yolanda Díaz presentó los primeros frutos del proceso de escucha. Unas ideas marco que disponen sus propuestas iniciales, realizadas tras la puesta en común en las diversas reuniones. Así, Sanidad, Vivienda y una política laboral conciliable con la vida serán sus banderas. Garzón se congratuló de que se trate de un programa político elaborado de forma colectiva y sustentado en los grupos de trabajo, donde IU ha tenido una presencia sobresaliente: “Debemos destacar el enorme trabajo de las redes de activistas de Izquierda Unida, que han organizado la participación en los diferentes grupos y han sido capaces de hegemonizar políticamente muchos de ellos, siempre gracias a la capacidad de trabajo, trasladando las propuestas de nuestro programa y acordando con muchas otras personas la política para construir un país mejor”.