El vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, se ha mostrado firme y ha avisado este sábado que el bloque de la Unión Europea se encuentra "preparado para abandonar la COP 27". Esta es la respuesta que dan de momento los 27 a las presiones para abandonar el objetivo de limitar el aumento de temperatura global a 1,5 grados centígrados. Un objetivo que se acordó ya en 2015 en el Acuerdo de París y que ha estado en la hoja de ruta europea desde entonces

En una comparecencia ante los medios desde la ciudad egipcia elegida para la COP 27, Sharm el Sheij, Timmermans se ha declarado confiado de que las negociaciones de última hora pueden arrojar un resultado positivo, pero también ha reconocido que "cada vez" estaba "más preocupado" por el "derrotero de las conversaciones".

"La Unión Europea prefiere que no se adopte una decisión a que se adopte una mala", ha explicado en rueda de prensa recogida por Bloomberg. En su cuenta de Twitter, Timmermans ha lanzado un duro aviso sobre las expectativas que se le presentan a la cumbre en las próximas horas. "Estamos en la prórroga. La UE está unida en nuestra ambición de avanzar y construir sobre lo que acordamos en Glasgow. Nuestro mensaje a los socios es claro: no podemos aceptar que los 1,5 grados mueran aquí, hoy", ha alertado.

“Siempre dije que lo que acordamos en París y en Glasgow debería ser la base de nuestra ambición”, recordaba hace tan solo unos días Alok Sharma, presidente de la pasada COP 26 de Glasgow. Esto ocurría cuando el enviado estadounidense para el cambio climático, John Kerry, admitía en una rueda de prensa que “unos pocos países” podrían estar reclamando que desaparezca la referencia a 1,5 grados fijada en París.

En la antesala de la cumbre ya aparecían las dudas, cuando se conocía que un informe de la Organización Ambiental de la ONU (UNEP) que alertaba de que “no hay un camino creíble” hacia los 1,5 grados, ya que el mundo realmente avanza a un aumento de las temperaturas entre 2,5 y 2,8 grados a lo largo del siglo si continua la tendencia actual. No obstante, la propia directora de la UNEP, Inger Andersen, recordaba que “los 1,5 grados siguen siendo la meta porque cada fracción de un grado puede marcar la diferencia para los países vulnerables y para millones de personas”.