El despliegue militar ruso y las amenazas de involución bélica actual en Ucrania responden al miedo de un autócrata, ex agente del KGB y nostálgico imperialista como Putin a perder influencia internacional frente a Occidente. Una pérdida del poder geopolítico y militar internacional ruso que conllevaría que tanto Ucrania como otros estados que fueron satélites de la antigua URSS -como Georgia- ingresaran en la OTAN y reforzaran la alianza militar occidental frente al bloque liderado por Rusia, es lo que está de fondo en el conflicto.

Moscú, ante la posible entrada de Ucrania a la OTAN, se ve amenazada y ve como un enorme peligro que esta nación cruce una de sus líneas rojas. Téngase en cuenta que si Ucrania entra en la OTAN, los misiles de la coalición militar euroatlántica se encontrarían a tan solo unos minutos de vuelo de la capital rusa, solo a 600 kilómetros.

La europeización de ex repúblicas soviéticas

Desde la disolución de la antigua Unión Soviética, el Kremlin está viendo cómo una serie de países que antes eran estados satélites bajo su control, ahora han pasado a integrar el club de la OTAN como son el caso de Polonia, los estados bálticos o Rumania. Le asusta a Putin también la lista de espera de países que quieren ser miembros del club atlantista como la propia Ucrania, Bielorrusia o Georgia.

Pero la rivalidad entre Rusia y Ucrania no es nueva ni es de ahora, tiene raíces históricas y hunde sus claves en el pasado. Para Rusia siempre Ucrania ha sido parte integrante de un mismo pueblo junto a ella. Cualquier acercamiento de Kiev a Occidente es considerado en el Kremlin como algo impropio y natural.

El irredentismo de Putin sobre Ucrania

El propio presidente de la Federación Rusa desde 2012, Vladimir Putin, ha publicado y dicho en ocasiones que el pueblo ucraniano en realidad no existe sino que en su opinión se trata de un “producto artificial” de la etapa comunista y de la URSS. Para el ahora presidente y antes agente del KGB, rusos y ucranianos no son pueblos diferentes, son lo mismo y piensa que Ucrania tiene comportarse como una zona neutral entre Rusia y un enemigo “distinto”.

Euromaidán, la primavera de Kiev

Desde la Edad Media, la historia de las dos naciones ha estado indisolublemente unida hasta 2014 con la rupturista revolución de Euromaidán, el nombre recibido a una masiva sucesión de manifestaciones y disturbios distintos entre sí pero todos de carácter europeísta y nacionalista en Ucrania que derribaron al presidente electo Víktor Yanukóvich del prorruso Partido de las Regiones. Las revueltas comenzaron en Kiev el 21 de noviembre de 2013. Se da la circunstancia de que precisamente el día anterior, el 20 de noviembre, el Gobierno de Ucrania suspendió la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea.

El “holodomor”

Pero repetimos, Ucrania es un país con una histórica y vieja vinculación a Rusia aunque el elemento nacionalista ucraniano siempre estuvo allí. En esa historia de inquina y vinculación hubo episodios históricos que agravaron las relaciones y sentimientos entre ambos pueblos. Cabe destacar el “holodomor” o Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano. Con el nombre de holdomor se conoce a la etapa de hambruna que devastó el entonces territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, Kubán, Ucrania Amarilla y otras regiones, durante la colectivización de la tierra emprendida por la URSS, durante los años de 1932-1933. Se calcula que como consecuencia de ello habrían fallecido de hambre entre siete y diez millones de campesinos ucranianos.

¿Significó un holocausto provocado alevosamente por Stalin? Es la pregunta que muchos, entre ellos Anne Applebaum, autora de Hambruna roja. La guerra de Stalin contra Ucrania (Debate) se formula.

II Guerra Mundial: Kiev “ciudad heroica”

Posteriormente durante la II Guerra Mundial aunque la URSS no fue atacada hasta junio de 1941, ucranianos y bielorrusos sufrieron en términos de fallecimientos en la contienda mucho más que otras repúblicas soviéticas, siendo millones los caídos en el conflicto bélico. Murieron defendiendo a la URSS de las garras imperialistas del nazismo y de las pretensiones de Hitler. Por ello Kiev recibiría el título de “ciudad heroica”. Ucrania aportó a esta contienda entre 5 y 8 millones de vidas… y el pago recibido fueron las purgas posteriores que sufrió.

Desintegración de la URSS, Crimea y Chernóbyl

Posteriormente otros elementos de distanciamiento y fricción entre ambos países fueron la cesión de Crimea o la reacción ante Chernóbyl.

La explosión nuclear significó además de una tragedia humana y medioambiental, una enorme franja de alejamiento de la población ucraniana de Rusia y de sus autoridades. Sucedió un fatídico 26 de abril de 1986. La gravísima falla de la central nuclear de Chernóbyl y sus consecuencias abrieron una herida imposible de cerrar entre ambos países. Desde Kiev se criticó la antigüedad de la industria soviética y la obsolescencia del reactor que provocó el más grande de los desastres nucleares de la historia con una potencia radiactiva entre 100 y 500 veces superior a la bomba de Hiroshima. La consecuencia más lodosa: dos millones de ucranianos afectados radiactivamente.

A este fuego se le echó más gasolina recientemente con la postura de Ucrania en otoño de 1991 en relación a su propio carácter identitario como nación soberana con una enorme influencia en la decisión final y determinante de otras repúblicas soviéticas que concluyeron su dependencia de la antigua URSS contribuyendo a la desintegración del imperio soviético.

Más recientemente la fobia de Ucrania-Rusia se acrecentó con las enromes protestas ciudadanas en Kiev en marzo de 2014. Miles de ucranios filoeuropeos salieron a la calle en protesta contra el Gobierno prorruso de Víctor Yanukóvic. Esa primavera ucraniana se saldó con una acción represora y violenta de las autoridades aunque la presión obligó a huir a Yanukóvich.

Crimea, Donetsk y Lugansk

La respuesta de Moscú a esta reacción popular fue la intervención rusa en territorio ucranio con la anexión ilegal de la península de Crimea. Rusia alegó que protegían a la población rusa residente en Crimea allí. Esta inestabilidad fue aprovechada por Putin quien ante la situación anárquica derivada de estos enfrentamientos, invadió la península de Crimea, un importantísimo enclave estratégico situado en la parte sur de Ucrania. Tal vez la herida por la que más supura ahora Ucrania y una poderosa razón geoestratégica del conflicto. Luego llegaría el conflicto armado entre las fuerzas independentistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) y el gobierno de Ucrania.  

Acercamiento a Europa y a la OTAN: los miedos de Putin

Por último, los pasos dados por Ucrania en cuanto a acercarse a Europa y su posible entrada en la OTAN enervan al poder ruso, y muy especialmente al plutócrata Vladimir Putin, que temen el debilitamiento de Rusia frente a un crecimiento de Europa a costa precisamente de países de la antigua influencia soviética.