Estados Unidos y Ucrania han alcanzado, tras meses de vaivenes, un acuerdo para la explotación de las tierras raras ucranianas. El pacto, que el Departamento del Tesoro de EEUU define como una "colaboración económica" entre ambas naciones, entrega al país dirigido por Donald Trump derechos sobre los recursos naturales del país en guerra, entre ellos, sobre su aluminio, grafito, petróleo y gas natural. A cambio, Ucrania no contraerá ninguna deuda obligatoria con Estados Unidos y seguirá bajo su paraguas de ayuda militar y armamentística frente a las hostilidades rusas. Este acuerdo fue rubricado el miércoles, dos meses después de la escenificada ruptura entre Zelenski y Trump en el Despacho Oval.

"Gracias a los incansables esfuerzos del presidente Donald Trump para garantizar una paz duradera, me complace anunciar la firma del histórico acuerdo de colaboración económica entre Estados Unidos y Ucrania. Este acuerdo establece el Fondo de Inversión para la Reconstrucción de Estados Unidos y Ucrania, con el objetivo de acelerar la recuperación económica de Ucrania. La seguridad económica es seguridad nacional", declaró el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. El acuerdo, según detalla el comunicado del Tesoro, persigue "trabajar de forma colaborativa e invertir conjuntamente para garantizar que nuestros activos, talentos y capacidades comunes puedan acelerar la recuperación económica de Ucrania".

Por su parte, la ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, quien estuvo en Washington para apuntalar los últimos resortes de este pacto, también confirmó su firma. "En nombre del Gobierno de Ucrania, firmé el Acuerdo para el Establecimiento de un Fondo de Inversión para la Reconstrucción entre Estados Unidos y Ucrania. Junto con Estados Unidos, estamos creando un fondo que atraerá inversiones globales a nuestro país", escribió Svyrydenko en X.

Puntos clave del acuerdo

Entre los puntos principales del acuerdo, explicados por la propia ministra, destaca que Ucrania "no contrae ninguna deuda obligatoria con Estados Unidos", después de que Trump hubiese exigido a Ucrania este acuerdo como compensación por el apoyo militar prestado durante los tres años de guerra. En el primer intento de formalizar el acuerdo, Washington intentó que Ucrania reconociera los envíos de armas y demás asistencia como una deuda, pero Zelenski no accedió. 

Según explicó Svyrydenko, todos los recursos terrestres y marítimos seguirán siendo propiedad de Ucrania, y será "el Estado ucraniano el que determine qué y cómo se extrae". Del mismo modo, el acuerdo no "altera los procesos de privatización ni afecta a las empresas estatales, que seguirán siendo ucranianas", según ha explicado.

"El fondo de inversión conjunto entre Estados Unidos y Ucrania, previsto en el borrador inicial, queda estructurado con una participación del 50/50, y ninguna de las partes tendrá un voto dominante. Concretamente, se destinará al fondo el 50% de los ingresos procedentes de nuevas licencias en el ámbito de los materiales críticos, el petróleo y el gas generados tras la creación del fondo, y Estados Unidos, además de la financiación, deberá proporcionar nueva asistencia, como sistemas de defensa aérea para Ucrania", explicó la ministra. El último punto no es un compromiso formal de garantías, pero sí una especie de esperanza para Kiev.

Este pacto llega después de los primeros 100 días de Gobierno del presidente Trump y precisamente después de que Rusia lanzara uno de los ataques más contundentes en muchos meses. Trump se apresuró entonces a su red social, TruthSocial, para escribir: "Vladimir, stop", tomando distancia de Putin y retomando las negociaciones, aunque eso sí, poniendo la pelota y la presión en el tejado ucraniano.

"Este acuerdo envía un mensaje claro a Rusia: la Administración Trump está comprometida con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo. Ningún Estado ni individuo que haya financiado o abastecido la maquinaria de guerra rusa podrá beneficiarse de la reconstrucción de Ucrania", declaró Scott Bessent.

El Parlamento de Ucrania debe aprobar el pacto

Aunque esta firma haya sido conseguida en el marco internacional, es el Parlamento Ucraniano quien debe someter a votación su aprobación. Muchos diputados, incluidos algunos del partido de Gobierno, han expresado su preocupación y han dicho que no votarán a favor de un mal acuerdo, según el Financial Times.

Trump, por su parte, ha reconocido su frustración por el ritmo de las negociaciones, y ha visto en el acuerdo de minerales una manera de llevar los horizontes y conversaciones a puntos más amplios. Estados Unidos está tan interesado en los recursos ucranianos porque un 70% de las tierras raras que consume Estados Unidos provienen de China, y el 92% de los elementos pesados utilizados en sectores como la defensa o la industria precisa. Estar en guerra comercial con Pekín hace que los estadounidenses tengan que buscar alternativas para no desabastecerse de estos materiales, y han aprovechado la situación coyuntural ucraniana para ello.

No obstante, según algunos expertos, este acuerdo será insuficiente para reducir la dependencia de China en este sentido, al menos en el corto y el medio plazo.

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