En una serie de devastadores ataques sobre varias localidades de la provincia de Járkov este martes, al menos tres personas han perdido la vida y otras 31 han resultado heridas. El gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, ha denunciado que los proyectiles, que han impactado directamente en instalaciones civiles, "evidencian una vez más la brutalidad de los ataques rusos", cuyo objetivo parece ser "la vida ordinaria de la gente corriente".
Sinegubov ha expresado su más sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas a través de un mensaje en su cuenta de Telegram, calificando a Rusia como un "Estado terrorista".
Los distritos de Stari Saltiv y Kiev han sido algunos de los más afectados, con un proyectil impactando directamente en una panadería. Mientras tanto, en la Asamblea General de Naciones Unidas se debate sobre los esfuerzos colectivos de seguridad para el futuro, pero el gobernador Sinegubov ha subrayado la necesidad urgente de detener el terror y la agresión criminal de Rusia para asegurar un futuro pacífico.
El alcalde de Járkov, Igor Terejov, ha informado que las bombas no solo han dañado zonas residenciales sino también una empresa civil de la industria alimentaria. Afortunadamente, algunas personas han sido rescatadas con vida de entre los escombros. Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, ha condenado el ataque y ha destacado la importancia de poder responder adecuadamente a Rusia, incluyendo la posibilidad de atacar objetivos militares situados en territorio ruso.
