Al menos ocho personas han muerto y siete han resultado heridas, entre las que se incluyen niños, en un tiroteo en un centro comercial de Texas (EEUU) este sábado, según ha informado el jefe de Bomberos de Allen, Jonathan Boyd, en una rueda de prensa.

Según la oficina del Sheriff del condado de Collin, el tirador desató el caos alrededor de las 15:30 hora local, y la investigación apunta a que actuó solo, pero seguirá activa hasta que se confirmen todos los datos.

El tiroteo ha ocurrido en Allen, un pequeño suburbio al norte de Dallas. En las imágenes que circulan por Internet se puede ver a policías locales barriendo las tiendas como si buscaran a un tirador alrededor de las 18:00 hora local, más de dos horas después de que, según dictaminan los informes, los puntos de venta hicieran llamadas a la Policía tras los disparos.

A pesar de que el crimen transcurriera en un periodo de tiempo breve, la Policía ha declarado que la escena todavía está activa. A su vez, fuentes cercanas al lugar de los hechos, como por ejemplo el medio Mail Online, apuntan que se pudo ver a los compradores huyendo de los sonidos de los disparos.

Otro video aéreo muestra a los ciudadanos siendo escoltados fuera de las instalaciones, muchos con las manos en la cabeza y luciendo visiblemente angustiados ante la terrible experiencia.

"Estábamos afuera de la tienda Converse y escuchamos todos estos estallidos", ha explicado una mujer, de compras con su hija, a la cadena de televisión Fox News. "Todos simplemente nos detuvimos, y luego, un segundo después, solo 'Pop, pop, pop, pop, pop', y había chispas volando como si estuviera justo en frente de nosotros".

Por su parte, un chico de 17 años ha hablado con The New York Times y ha manifestado que se encontraba en su coche, porque había llegado pronto a su turno en una de las tiendas cuando ha escuchado "probablemente más de 20 disparos" y ha visto a gente salir corriendo del lugar.

El joven recogió a un desconocido en su coche y los dos han abandonado el centro comercial. "Tan pronto como escuché los disparos y los gritos de la gente, no esperé a ver qué estaba pasando, retrocedí y salí de allí", ha añadido.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha querido mostrar sus condolencias a todas las víctimas y sus familias en un comunicado recogido por Fox News: "Nuestros corazones están con la gente de Allen, Texas esta noche durante esta tragedia indescriptible".

En la misma línea, Abott ha añadido que ha estado "en contacto con el alcalde Fulk y el director de DPS McCraw, así como con otros líderes estatales y locales, y ofrecí todo el apoyo del estado de Texas a los funcionarios locales para garantizar que toda la asistencia y los recursos necesarios se implementen rápidamente, incluidos los oficiales de DPS, Texas Guardabosques y recursos de investigación".

Evacuado otro centro comercial en Frisco por el mismo motivo

La policía de Frisco ha informado en su cuenta de Twitter que el centro comercial de Stonebriar, a pocos kilómetros de Allen, ha sido evacuado al reportarse que también se han escuchado disparos este sábado por la noche.

Se ha pedido a la gente que no se acerque al lugar y los agentes están investigando si realmente ha habido tiros con armas de fuego.

 

El problema de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos

El hecho de que portar armas de fuego sea un derecho constitucional en Estados Unidos tiene una consecuencia evidente: los ataques en los que se utilizan y las muertes fruto de los mismos alcanzan cifras muy elevadas. Los tiroteos masivos se han convertido en un problema de primer orden para la primera potencia de Occidente, que no se plantea prohibir las armas ni regular una enmienda que, dado el panorama, se hace cada vez más difícil de justificar. Sin ir más lejos, la pasada semana fueron asesinadas cinco personas en un domicilio, también en Texas, después de que un hombre armado con un fusil de asalto entrase y disparase a los presentes. 

Los colegios son el blanco más común de este tipo de ataques. Sólo en 2022, se produjeron en Estados Unidos 138 tiroteos en centros escolares, cifra que ascendió hasta los 251 en 2021. La tendencia lleva siendo ascendente desde 2014, y el número de víctimas mortales también: 96 en 2017, 217 en 2018, 174 en 2019, 106 en 2020 (año de irrupción de la pandemia), 224 en 2021 y 140 en 2022

Este último caso es un ejemplo más de estos eventos, que, por desgracia, se han convertido ya en algo habitual en la sociedad estadounidense y han instaurado un temor en millones de ciudadanos que no saben si será la última vez que saldrán a la calle.