La cadena británica BBC ha publicado un reportaje sobre las violaciones que los soldados rusos han cometido en Ucrania durante la ocupación de Bucha, una localidad en los alrededores de Kiev y escenario de una de las más crueles masacres del conflicto. “No dejaba de amenazarme con matarme si no hacía lo que me decía. Luego empezó a violarme”, asegura una de las más de 20 víctimas de violación a manos de las fuerzas rusas.

Según denuncia Ucrania, por el momento hay documentados al menos 25 casos de agresiones sexuales en Bucha, aunque aseguran que es difícil cifrar los casos. Lyudmyla Denisova, defensora del pueblo ucraniano, afirma que el número podría ser mayor pero apunta al temor de las víctimas a denunciar.

“Alrededor de 25 niñas y mujeres de 14 a 24 años fueron violadas sistemáticamente durante la ocupación en el sótano de una casa en Bucha. Nueve de ellas están embarazadas”, asegura Denisova en el reportaje. “Los soldados rusos les dijeron que las violarían hasta el punto de que no querrían contacto sexual con ningún hombre, para evitar que tuvieran hijos ucranianos”, denuncia.

Tal y como relata la BBC, la mayoría de las mujeres que han sido violadas están recibiendo apoyo psicológico, por lo que sus testimonios no se pueden tomar como prueba hasta que quieran contarlo frente a las autoridades. La defensora del pueblo reclama un tribunal especial coordinado por las Naciones Unidas para investigar y juzgar todos los crímenes de guerra que presuntamente está cometiendo Rusia en Ucrania. Una petición que va en la misma línea de lo defendido por Volodomir Zelenski y su Gobierno.

‘’Se drogaban y a menudo estaban borrachos’’

Entre los testimonios destaca el de Anna (nombre ficticio), una mujer de 50 años que relata cómo el pasado 7 de marzo estaba en casa con su marido cuando irrumpió un soldado ruso, quién la violó. "Me violaron y mataron a mi marido", cuenta.

La víctima explica que, a punta de pistola, este le sacó de su vivienda y le amenazó con matarle si no se quitaba la ropa. “El soldado me llevó a otra casa cercana a punta de pistola y me dijo: Quítate la ropa o te mato. No dejaba de amenazarme con matarme si no hacía lo que me decía. Y luego empezó a violarme”, afirma entre lágrimas.

Anna describe a su agresor como a un joven checheno pero había muchos más. “Mientras me violaba, entraron cuatro soldados más. Pensé que era el fin. Pero se lo llevaron y nunca más lo volví a ver”, explica. Asegura que cuando volvió a su casa tras la agresión encontró a su marido con un disparo y, al no poder llevarle al hospital, murió a los dos días.

La víctima afirma que estos soldados rusos consumían estupefacientes y consumían mucho alcohol durante la ocupación. “Cuando se fueron, encontré drogas y Viagra. Se drogaban y a menudo estaban borrachos. La mayoría de ellos son asesinos, violadores y saqueadores. Solo unos pocos están bien”, cuenta.