Boris Johnson ha advertido este viernes que el Reino Unido va camino de un Brexit duro, es decir, de una desconexión del bloque sin un acuerdo comercial con la Unión Europea para paliar el impacto económico de la salida comunitaria, a menos que haya "un cambio fundamental" en la posición europea. 

Así lo ha alertado en una declaración a Bloomberg, afirmando que Reino Unido prepara una relación comercial "más a la australiana". Esto supone que no se alcanzaría un pacto entre ambas partes, por lo que las relaciones comerciales pasarían a depender de las normas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El límite para las negociaciones estaba situado en el 15 de octubre y parece que las partes no han alcanzado un acuerdo definitivo de cara a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Los principales puntos pasaban por negociar las normas de competencia justa, la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo o la pesca.