Este sábado, el Palacio de Buckingham saluda a su heredero al trono y el que será el próximo titular a la Corona británica, el polémico Carlos III, un rey que busca adaptarse a los nuevos tiempos, concretamente, en su vertiente ecológica que no solo se ha trasladado en su rutina diaria, sino también se reflejará en los platos que degustarán los comensales en el menú oficial de su coronación. La preocupación del monarca por reducir los estragos del medio ambiente no es pionera ni reciente, pues el que será el rey británico lleva años sin dar bocado a productos cárnicos, lácteos e incluso al pescado en su dieta cotidiana.

Este menú royal dirá adiós al famoso pollo con salsa de curry que protagonizó la coronación de su madre aquel 2 de junio de 1953, la más longeva monarca en Buckingham, la reina Isabel II tras más de setenta años de mandato, y recibirá como plato principal en la carta un plato de origen francés: una quiche vegetariana compuesta de espinacas, habas, queso y estragón.

Se trata de una receta que el chef Mark Flanagan está elaborando junto a Carlos III y la reina Camilla con “una quiche con una base de hojaldre ligera y crujiente y delicados sabores de espinacas, habas y estragón fresco” porque “se adapta fácilmente a diferentes gustos y preferencias; se puede comer caliente o frío con una ensalada verde y patatas nuevas hervidas” y que incluso la propia Corona británica ha publicado una guía para su preparación a través de un vídeo en su página web.

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Del Pollo de la Coronación al quiche vegetariano

Al denominado ‘Gran Almuerzo de la Coronación’ (The Coronation Big Lunch) se le sumarán dos platos más con una berenjena condimentada con yogur acompañado de chutney con cebollas fritas, una fórmula de la ganadora del programa The Great British Bake Off, Nadiya Hussain y que se replicará este fin de semana. Pero el tercer plato dista mucho de los componentes vegetarianos y la Corona británica propone un costillar de cordero asado con adobo de estilo asiático a sugerencia del chef chino-estadounidense Ken Hom. Por último, el toque dulce con el postre. En este caso, la Corona británica acoge al emblemático trifle de origen inglés de base con bizcochos o galletas y rellena de crema pastelera o frutas, esta vez a cargo del británico cocinero Adam Handling que propondrá un nuevo dulce con sabor a fresas y jengibre en su degustación para los más de 2.000 invitados.

La Corona británica acoge al emblemático trifle de origen inglés. un nuevo dulce renovado con sabor a jengibre y fresas

De esta forma, el que tocará la Corona de San Eduardo, de más de dos kilos con varias piedras preciosas y de oro, tampoco incluye en su carta algunos de los platos más populares de la cocina inglesa como lo es la famosa sopa de Windsor, considerada un plato histórico, pero que por lo visto no entra en los preferidos de los monarcas, al igual que el favorito pastel de chocolate de la reina Isabel II elaborado por el chef personal de la reina, Darren McGrady.

En concreto, el menú oficial de Carlos y Camilla se aleja mucho del repertorio que ofreció su madre en su coronación comenzando por una sopa de tortuga, platos principales con pescado y cordero con verduras dando un cierre con fresas locales a sus más de 8.000 invitados. Tampoco el rey Jorge IV se queda lejos al incorporar un menú de un coste de 27 millones de libras.

Un menú que no acertaría con los gustos de Camilla

Estas no son las únicas anécdotas que deja la propuesta del menú de la pareja que pasará a ser titulares del Palacio de Buckingham, sino que, en palabras del hijo de la reina Camilla, Tom Parker Bowles, este criticado menú no ha acertado con los gustos de su madre. En concreto, Parker señala que a Camilla “no le gustan demasiado las especias. Ella prefiere los vegetales frescos y el pescado”, por lo que considera que no hay muchas posibilidades de que se recupere el famoso Pollo de la Coronación de Isabel II. “La receta es realmente horrible, pomposa, triste, algo pegajosa, amarilla… Quiero decir que ese plato mal hecho es espantoso”, dijo en un podcast de News Agent.

La receta es realmente horrible, pomposa, triste, algo pegajosa, amarilla… Quiero decir que ese plato mal hecho es espantoso

Y también da su opinión al renovado menú asegurando que hay ingredientes como el chile o el ajo que no deberían incorporarse en el menú porque “pueden hacer que huela el aliento. Además, si estás caminando y conociendo a mucha gente, creo que debes tener un poco de cuidado para no excitar demasiado la barriga”.