Los líderes de la OTAN aprovecharon la tarde del miércoles para pasear por el interior del Museo del Prado, cerrado exclusivamente para ellos. Que el lugar es una de las mayores joyas artísticas que existen en el continente no es ningún secreto. Sin embargo, ninguno de los representantes de los diferentes Estados se detuvo a contemplar las obras. Salvo uno, y es que el primer ministro británico, Boris Johnson, se apartó del grupo para recorrer la sala solo y admirar las pinturas que alberga el museo.

Más allá de los chistes y las bromas que la fotografía ha desencadenado en redes sociales, lo cierto es que el político inglés es más culto de lo que muestra la imagen que se ha proyectado de él. Prueba de ello, y aunque sea algo más anecdótico que otra cosa, el presidente sorprendió a todos cuando, en el año 2019, contó que era capaz de recitar la Ilíada en griego. De hecho, cursó Clásica en la Universidad de Oxford, históricamente una de las más prestigiosas del país.

Además, es una persona muy leída, pero lo cierto es que la idea que se tiene-muchas veces provocado por él mismo- dista claramente de esa realidad. Y no es algo nuevo, ya desde antes de ser primer ministro, cuando ejercía como alcalde, protagonizó alguna que otra polémica, como fallar un test para medir su coeficiente intelectual después de haber hecho unas controvertidas declaraciones acerca de las personas con intelecto “limitado”, sobre quienes dijo que tienen más dificultades para progresar en la vida.

Asimismo, entre sus imágenes más sonadas y que fue carne de memes se encuentra también la pelea que mantuvo con su paraguas durante la ceremonia oficial del Memorial en honor a los policías caídos en servicio en presencia de príncipe Carlos.

Reacciones de todo tipo en redes

Con todo, las redes se han mostrado como siempre bastante ingeniosas con la imagen que circuló antes de la cena que tuvo lugar entre los principales jefes de Estado y Gobierno de los países asistentes a la cumbre de la OTAN. Así, había quien aseguraba “que no había un peligro similar para el patrimonio histórico español” desde la Guerra Civil, mientras que otros optaron por vincular el momento con las fiestas ilegales que el primer ministro llevó a cabo durante la pandemia. “Buscando unas pintas”, dicta un usuario en este sentido.

Aunque también los hay que, pese a todo, han querido reconocer el gesto del inglés.

Después de recorrer las diferentes salas, los Jefes de Estado y de Gobierno pudieron disfrutar de una cena a cargo del chef José Andrés -cuya participación en Ucrania ha sido clave- que disponía de un menú con guiños a Madrid.