Los miembros de la OTAN han emitido un comunicado oficial este jueves en el que condenan la situación que se está viviendo en la invasión rusa en Ucrania y ha anunciado que tomarán medidas para fortalecer y reforzar la defensa de los aliados.

La organización ha reunido de urgencia a nivel de embajadores tras la acción militar tomada por Vladimir Putin y ha activado el artículo 4 del tratado. Una normativa con la que aseguran la asistencia de protección a los aliados ante el riesgo de ataque. Los países de la OTAN han decidido "tomar pasos adicionales para fortalecer la defensa y disuasión de la Alianza".

"Nuestras medidas son y serán preventivas, proporcionadas y no promoverán la escalada", ha indicado el Consejo Atlántico, el órgano ejecutivo de la OTAN que organiza la opinión de los 30 aliados, tras su reunión extraordinaria.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ofrecerá más detalles de la respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Encima de la mesa se encuentra la posibilidad de que se aumente la presencia de tropas en el flanco oriental, con el objetivo de defender a aliados como los países bálticos o Polonia, así como movilizar a la Fuerzas de Respuesta Rápida.

La decisión de la OTAN está justificada con los 13.000 efectivos que forman parte de la fuerza de intervención, que están listos para desplegarse entre los 5 y 30 próximos días. Una cantidad de tropas que aumentó tras el apoyo de Estados Unidos.

La Casa Blanca anunció hace un mes que, ante la alerta de una posible invasión rusa, mandarían a 8.500 unidades militares para apoyar una posible activación de las fuerzas de actuación rápida de la OTAN ante una agresión de Rusia.

Condena las acciones rusas

Los aliados han expresado su condena en el escrito difundido por las acciones rusas en el este de Ucrania, incluido el reconocimiento de las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk. "Los aliados nunca aceptarán este reconocimiento ilegal".

Desde el Consejo Atlántico han reclamado a Rusia que revierta la situación y ponga fin al camino de la violencia, aunque desde el Kremlim ya han asegurado que no valoran dicha posibilidad: "Los lideres rusos son responsables de las consecuencias de sus acciones. Rusia pagará un alto precio económico y político".