Este sábado comenzaron a entrar los primeros convoyes de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza desde que se reavivó el conflicto palestino-israelí el 7 de octubre, tras el fuerte ataque de Hamás a Israel y la consiguiente respuesta del Ejército israelí. Sin embargo, hasta cinco agencias de la ONU han dicho en un comunicado conjunto que la ayuda que ha llegado a la zona "es solo un pequeño principio y está lejos de ser suficiente", por lo que han pedido un alto al fuego y un acceso seguro a los civiles para poder salvar el mayor número de vidas posible y prevenir más sufrimiento.

"Gaza ya estaba en una situación humanitaria desesperada antes de las recientes hostilidades. Ahora es catastrófica. El mundo tiene que hacer más", han expuesto, en una declaración que ha sido emitida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El primer convoy de ayuda humanitaria ha entrado en Gaza este sábado por el cruce de Rafá, en la frontera con Egipto, y ha sido el primero desde que comenzaron las hostilidades hace dos semanas. ¿Su contenido? 20 camiones con productos de la ONU, como latas de atún y tomate, pasta, agua potable y suministros médicos. Una "primera, pero limitada entrega" que abastecerá "una necesidad urgente de los más de cientos de miles de civiles, principalmente mujeres y niños, a los que se les ha cortado el agua, la comida, las medicinas, el combustible y otros esenciales", han dicho las agencias de la ONU, "pero es solo un pequeño principio y está muy lejos de ser suficiente".

1,6 millones de personas en situación humanitaria crítica

Se estima que la Franja de Gaza aglutina, actualmente, a más de 1,6 millones de personas en situación de necesidad crítica de ayuda humanitaria. La mitad de la población son niños, además de un elevado número de mujeres embarazadas y ancianos.

Además, los constantes bombardeos durante dos semanas han dejado gran parte de la infraestructura civil dañada o destruida, incluidos refugios, centros médicos y sistemas de agua, sanidad y electricidad, los cuales también han sido cortados previamente por Israel como "medida de presión a Hamás". Las agencias internacionales han avisado que "el tiempo se está acabando antes de que la mortalidad crezca de manera vertiginosa debido a la propagación de enfermedades, la falta de la capacidad de salud y la ausencia de recursos".

"Los suministros humanitarios previamente posicionados ya se han agotado. Acceder a los alimentos es todo un reto para la población. Las personas vulnerables corren el mayor riesgo: los niños están muriendo a un ritmo alarmante y se les niega su derecho a protección, alimentación, agua y atención sanitaria", han denunciado. "Los centros médicos se han quedado ya sin combustible, mientras que la producción de agua está al cinco por ciento del nivel normal", han señalado.

La situación se ha agravado hasta el extremo a raíz de la nueva fase del conflicto, pero antes del mismo, la situación en Palestina ya era dantesca. Antes del 7 de octubre, cerca de un tercio de la población de Palestina estaba en una situación de inseguridad alimentaria. Ahora, además, las tiendas trabajan con bajas existencias y sin materia prima, mientras que cientos de miles de personas están siendo desplazadas sin poder cocinar ni comprar comida.

Así, desde la ONU y sus agencias se ha apelado a un alto al fuego, además de un acceso inmediato y sin restricciones de ayuda humanitaria a Gaza. "Los flujos de ayuda humanitaria deben ser a escala y sostenidos, y permitir a todos los gazatíes preservar su dignidad. Es fundamental movilizarse para evitar más muertes y sufrimiento", han expuesto.

El acceso sostenido y seguro a agua, comida, salud y combustible son las principales necesidades que demanda Naciones Unidas, además de la protección de los civiles y sus infraestructuras, incluidos los centros sanitarios. Por otra parte, han abogado por "el máximo respeto de la ley humanitaria internacional" por todas las partes.

Turquía se ofrece a acoger heridos de Gaza

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha ofrecido este sábado al líder de Hamás, Ismail Haniye, la posibilidad de acoger a los heridos en la Franja de Gaza tras los ataques de Israel para brindarles atención médica.

La Presidencia turca ha informado de una conversación telefónica mantenida entre Haniye y Erdogan a este respecto. "Erdogan ha declardo que Turquía está trabajando para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a Gaza, que los heridos sean tratados en Turquía cuando sea necesario y que se logre un alto el fuego en la región lo antes posible", han expresado.

Erdogan, además, ha abogado por "la búsqueda de una paz duradera" y la "creación de un estado palestino con las fronteras de 1967 y capital en Jerusalén". A su vez, el dirigente turco también ha hablado este fin de semana con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski; el presidente ugandés, Yoweri Museveni y el presidente maldivo, Mohamed Muizzi, en pos de compartir posturas sobre el conflicto y tender puentes para la negociación.

En concreto en la conversación con Stoltenberg, Erdogan ha sostenido que El mandatario "la postura de Occidente, apoyando a Israel tan fuertemente, ha provocado un incremento de las violaciones de los Derechos Humanos en Gaza", y ha avisado de que no parar a Israel tendrá "consecuencias irreparables".