El pasado 9 de marzo, las fuerzas rusas bombardeaban un hospital materno en Mariúpol, dejando una imagen que se convirtió en símbolo de la barbarie rusa. La fotografía retrató a una mujer embarazada, transportada sobre una camilla, llevándose su mano a la barriga, en gesto de protección a su bebé. Cinco días después, The Associated Press ha informado que ambos han fallecido.

Las autoridades de Rusia bombardearon el pasado miércoles diversas instalaciones médicas de la ciudad de Mariúpol, al sureste del país. La capitulación de esta localidad resulta clave para las aspiraciones de Putin, que pasan por unir la península de Crimea a los territorios rebeldes del Donbás.

La respuesta desde Kiev fue desoladora. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a través de su Twitter, condenó los ataques aéreos, calificándolos como “atrocidad”. “Hay gente, niños, bajo los escombros. ¿Cuánto tiempo más seguirá el mundo siendo cómplice e ignorando el terror? ¡Declarad ahora mismo la zona de exclusión aérea! ¡Detened la matanza!”, rogaba el máximo mandatario de Ucrania.

A las víctimas de la agresión rusa se le han sumado este lunes dos más. Se trata de la mujer embarazada que protagonizó una de las imágenes más icónicas de la barbarie. La joven ucraniana sobrevivió en una primera instancia al bombardeo a uno de los hospitales de Mariúpol, siendo transportada por varios compatriotas y mientras esta se llevaba la mano a la barriga en señal de protección a su hijo.

Pero este lunes se ha confirmado el fallecimiento tanto de la madre como del hijo, según ha publicado The Associated Press. Nada se ha podido hacer por salvar la vida a la mujer y a su bebé, que ha protagonizado uno de los momentos más emblemáticos y descriptivos de la agresión rusa a Ucrania.

Los médicos dieron a luz al bebé practicando una cesárea, pero “no mostró signos de vida” en ningún momento, según explicaron en el hospital. El cirujano encargado de la operación, Timur Marin, destacó a The Associated Press que halló la pelvis de la mujer aplastada y la cadera separada del a misma. Tras la intervención, los médicos pusieron el foco en la madre, aunque, tras 30 minutos de reanimación, no se obtuvieron los resultados esperados y “ambos murieron”.