Europa lleva encadenando procesos electorales desde hace meses. Desde la reciente cita en las urnas para el Parlamento Europeo del pasado 9 de junio y este domingo con la segunda vuelta en Francia, ahora, de cara a este jueves 4 de julio, la mirada está fijada en Reino Unido, donde los laboristas tendrían las de ganar, según se desprende de las primeras encuestas.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, del Partido Conservador, anunció el adelanto electoral a finales del pasado mes de mayo y, desde entonces, el escenario prelectoral se ha volcado en favor del Partido Laborista, encabezado por Keir Starmer.

Las primeras encuestas de Reino Unido ya comienzan a dibujar el escenario que quedará tras el recuento de las urnas en la noche del jueves. Los sondeos, realizados por Techne UK, entre otras empresas, sitúan a los laboristas como los favoritos para alzarse con la victoria, dándoles el 41% de los votos; a la contra, los conservadores de Sunak, se harían con el 19% de los apoyos. Un escenario que deja un claro abismo entre ambas fuerzas y evidencia el significativo cambio político para los británicos. En el caso de otros partidos, como Liberal Demócratas y el Partido Nacional Escocés (SNP) obtendrían un ligero aumento, quedando en el 12% y 3%, respectivamente.

Bajo el mismo marco, el sondeo publicado por YouGov ha determinado que los laboristas obtendrían el 39% de los sufragios (431 escaños) y los conservadores el 22% (102), un resultado que le haría perder a los de Sunak 229 diputados.

En la misma sintonía, analistas políticos destacan que el Partido Laborista podría hacerse con la mayoría absoluta suficiente en la Cámara de los Comunes -el Parlamento británico-, aunque llaman a la calma, debido a que este no es un escenario cercano a lo que podría ser la realidad.

Los ciudadanos británicos acudirán a las urnas para elegir a un representante por cada circunscripción: 650 diputados componen la Cámara de los Comunes, 543 de Inglaterra, 57 de Escocia, 32 de Gales y 18 de Irlanda del Norte. Aquel líder del partido que se haga con el mayor número de votos en la noche del jueves será nombrado primer ministro y ocupará su respectivo cargo en Downing Street.

¿Qué podría traer la victoria de los laboristas?

Hay que remontarse a 1832 para recordar la victoria en las urnas más holgada que logró el Partido Laborista aunque, trasladando el foco a la era contemporánea, la última de ellas que marcó un hito para el partido fue la de Tony Blair en 1997, cuando alcanzó los 418 asientos en la Cámara de los Comunes. De confirmarse las encuestas, al menos en una cifra similar a las arrojadas, superaría este récord.

En caso de que se llegue a materializar la clara victoria de los laboristas, cabe preguntarse: ¿Quién es Keir Stamer? Dejando a un lado el legado conservador de los últimos años, Stamer trae consigo una candidatura que acercaría posturas a la Unión Europea tras el Brexit, que marcó un antes y un después en las relaciones, aunque en ningún caso sería un escenario de reversión.

Sus aires positivos para con el vecino europeo durante la campaña han acaparado buena parte del foco político, aunque el líder laborista ha descartado por completo la idea de reunificar fuerzas con el mercado único y las aduanas, pero ha prometido dar pasos hacia adelante para rebajar las barreras comerciales y firmar un acuerdo de seguridad con Bruselas.

En sintonía, los laboristas David Lammy y John Healey, que se postulan como posibles próximos ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, han respaldado la idea de forjar vínculos más estrechos con Europa. También la posible ministra de economía, Rachel Reeves, quien ha visto con buenos ojos el plan comercial de Stamer.

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