El Ejército israelí ha iniciado una ofensiva terrestre en la frontera sur del Líbano que rompe con los intentos de pacificación que reclamaban los mediadores internacionales, incluido Estados Unidos, para evitar una invasión del país. Desoyendo estos llamamientos internacionales, este lunes, tras el lanzamietno de una intensa y constante ráfada de bombas, las fuerzas de Benjamin Netanyahu han dado comienzo a una incursión "selectiva y delimitada".
"De acuerdo con una decisión a nivel político, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron hace unas horas una operación terrestre selectiva y delimitada en el sur del Líbano contra objetivos terroristas e infraestructuras de la organización terrorista Hezbolá, en varias aldeas cercanas a la frontera, que representan una amenaza inmediata y real para los asentamientos israelíes en la frontera norte", han anunciado las FDI en su cuenta de la red social X.
El cuerpo militar israelí ha añadido que se encuentra "luchando y actuando" por un fin reconocible: lograr que los residentes del norte de Israel puedan volver a sus hogares a casi un año de su evacuación por el inicio de los ataques de Hezbolá en apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza.
"Pedimos que no se difundan rumores e informes no oficiales sobre las actividades de las fuerzas de las FDI, y que se atengan únicamente a los anuncios oficiales", han añadido.
Las respuestas a la invasión
Esta operación se enmarca dentro de la ofensiva bautizada como 'Flechas del norte', aprobada por el gabinete de defensa de Israel en una reunión marcada por las tiranteces después de las filtraciones adjudicadas a funcionarios estadounidenses que estaban presentes en la toma de decisión.
Concretamente, la ofensiva es un paso más en la campaña contra objetivos de Hezbolá y se desarrollará "al mismo tiempo que los combates en Gaza y otras áreas". Los ataques israelíes se han incrementado desde mediados de septiembre y han acabado con la vida de gran parte de la cúpula de Hezbolá, incluido su secretario general, Hasán Nasralá, muerto el pasado viernes en un bombardeo en Beirut.
Sobre el exito de la operación, Hezbolá, por su parte, ha asegurado haber causado bajas contra las fuerzas israelíes en los pueblos vecinos de Adaisse y de Kfarkela, ambos en el sureste del país y que prácticamente hacen frontera con Israel. Los milicianos islamistas también han lanzado un ataque de artillería contra una agrupación de soldados en el asentamiento israelí de Shtula, que hace frontera con el sur de Líbano.
EEUU apoya la invasión "selectiva"
Pese a que Estados Unidos estaba ejerciendo una labor de mediación y calma, el Departamento de Defensa norteamericano ha avalado la incursión terrestre del Ejército israelí dando su visto bueno al "desmantelamiento" de las posiciones de Hezbolá en la frontera sur.
"(Austin y Gallant) han coincidido en la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque a lo largo de la frontera para garantizar que Hezbolá no pueda llevar a cabo ataques al estilo del 7 de octubre contra las comunidades del norte de Israel. El secretario ha reafirmado que se requiere una resolución diplomática para garantizar que los civiles puedan regresar de forma segura a sus hogares en ambos lados de la frontera", reza un comunicado del Pentágono.