El Gobierno de Israel ha aprobado este jueves la creación de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania, una medida que incluye la legalización de “puestos remotos” en el territorio que, hasta el momento, el propio gobierno israelí consideraba ilegales; esta operación se considera el mayor crecimiento de asentamientos en las últimas décadas. Sin embargo, toda expansión de asentamientos israelíes se clasifica como una violación del Derecho Internacional.

Esta decisión fue presentada por el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, y el ministro de Defensa, Israel Katz. Por ello, Smotrich ha afirmado que se ha “tomado una decisión histórica sobre los asentamientos”. “Habrá 22 nuevos asentamientos en Judea y Samaria -nombre bíblico de Cisjordania-, se renuevan los asentamientos en el norte de Samaria y se refuerza la zona oriental del Estado de Israel, el muro defensivo de Israel", ha afirmado en un mensaje en redes sociales, aunque no ha detallado la localización de estos asentamientos.

El ministro de Defensa, por su parte, ha manifestado que la decisión "refuerza el control" de este territorio palestino y supone "un movimiento estratégico que previene el establecimiento de un Estado de Palestina que pondría en peligro a Israel".

Cisjordania estaba gestionada por Jordania desde 1948, pero casi dos décadas después, como resultado de una de las guerras árabe-israelíes, Israel ocupó el territorio -un acto ilegal, de acuerdo con el Derecho Internacional- y lo ha estado administrando desde entonces. Además, desde mediados del año pasado, la Corte Internacional de Justicia emitió una resolución que, además de considerar la ocupación del territorio ilegal, señala la legislación israelí basada en “segregación racial y apartheid” como ilícita.

No obstante, Smotrich defiende que la decisión del gobierno israelí no es una ocupación, sino una reclamación de lo que le corresponde históricamente en textos religiosos: “‘No hemos tomado territorio extranjero, sino que hemos heredado lo de nuestros ancestros’”. Defiende que es “un gran día para el asentamiento y un día importante para el Estado de Israel”.

“A través del trabajo duro y un liderazgo determinado, con ayuda de Dios, hemos tenido éxito en crear un cambio profundo y estratégico, volviendo a poner al Estado de Israel en un camino de construcción, sionismo y visión”, afirma el ministro de Finanzas. Además, ha señalado que el “asentamiento en la herencia de [sus] ancestros es el muro de protección del Estado de Israel” y que este jueves, se ha tomado “un gran paso para reforzarlo”. “El próximo paso – ¡soberanía!”, ha zanjado.

Estos pasos se enmarcan en un contexto de despliegue de la operación israelí en la Franja de Gaza en una operación llamada “los carros de Gideon”. Además de ser una referencia bíblica, es una operación militar dividida en varias etapas que se han ido cumpliendo. El último paso conocido públicamente es la ocupación de entre el 70 y el 75% del territorio de la Franja de Gaza en los próximos tres meses por las fuerzas militares israelíes.

Indignación desde Palestina

El portavoz de la presidencia palestina, Nabil Abu Rudeinhein, ha condenado la decisión anunciada este jueves, llamándolo una “escalada peligrosa” que “desafía el Derecho Internacional”. Ha destacado que “esta decisión viola todas las resoluciones internacionales, especialmente la Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) 2334”. Esta resolución califica la ocupación israelí de territorio palestino como una “violación flagrante bajo el Derecho Internacional y un gran obstáculo a la implementación de la solución de dos estados”. Dicha resolución también reafirma que no se tomará en cuenta cualquier cambio territorial llevado a cabo con respecto a las “líneas del 4 de junio de 1967”.  

Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) -cuyo brazo militar es considerado una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos- ha reclamado que el anuncio del gobierno de Israel es “un desafío flagrante a la voluntad internacional y una grave violación del Derecho Internacional y las resoluciones de Naciones Unidas”. Además, ha reclamado que esta ocupación de territorio “supone una nueva confirmación de que la ocupación criminal sionista sigue imponiendo realidades sobre el terreno y acelerando la judaización de la tierra palestina”.

Desde 2004, la Corte Internacional de Justicia se ha pronunciado dos veces con respecto a la ocupación de territorios palestinos. La primera vez tuvo lugar en 2004, cuando falló que el muro de separación construido por Israel en Cisjordania violaba el Derecho Internacional y pidió su derribo; sin embargo, este sigue en pie. El segundo pronunciamiento se dictó en 2024 y exigió que Israel pusiera fin a su política de asentamiento, comenzando por el “cese inmediato” de cualquier proceso de expansión e incidiendo en la “revocación de toda legislación y medidas que hayan contribuido a esta situación ilegal”.   

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