La ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Casterá, ha señalado nuevamente este lunes a los hinchas ingleses como los principales responsables de la catástrofe que se vivió en los aledaños el Stade de France el pasado sábado, en los prolegómenos a la final de Champions. En este sentido, la responsable francesa ha insistido en que “había un flujo de aficionados británicos del Liverpool sin entrada o con entradas falsas”. “La acumulación está estimada entre 30.000 y 40.000 personas, lo que supone un exceso de personal de más del 45%”, ha sostenido en la emisora RTL.

Asimismo, Oudéa-Castéra ha defendido la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad, quienes emplearon gas pimienta para dispersar los pelotones y las avalanchas que se formaron fuera del estadio parisino. En esa línea, defiende que la presión que recibió la Policía fue “excepcional”, y ha sostenido que los métodos de actuación intentaron respaldar la seguridad ciudadana: “Fueron los que más dificultades tuvieron para controlar los flujos. Luego se optó por levantar la primera zona de filtrado, sobre todo por la proximidad de la autopista, que creaba riesgos para la población”.

La ministra francesa subraya que la decisión final de la seguridad fue dejar entrar a la gente en la explanada, en una segunda zona en la que había torniquetes que “estaban bloqueados” porque las entradas “eran falsas”. “Se produjo una concentración en la explanada, lo que creó problemas de seguridad y una congestión que generó una espera extraordinariamente frustrante para la gente”.

Es evidente que el dispositivo de seguridad falló. De otra manera no se explica que algunos aficionados y otros que no lo eran saltasen las vallas y se colasen en el campo sin entrada o con entrada falsa. Parece también que este debería haber sido mas meticuloso, máxime teniendo en cuenta que el lugar en el que se celebró el encuentro es de los menos seguros de Francia.