La Global Sumud Flotilla hacia Gaza, con decenas de activistas de distintos países, está a 20 horas de distancia para llegar a territorio palestino, por lo que ya se encuentra dentro de la zona de peligro ante la inminente intercepción de las fuerzas de Israel para detener su desembarco. Bajo este contexto, el Estado hebreo ha instado a la tripulación a detenerse y dar la vuelta mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha pedido que no se le considere como “una amenaza”.

El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, ha instado este miércoles a la flotilla que no siga navegando en dirección a la Franja de Gaza, aludiendo así al papel de varios gobiernos europeos con representación en ella, como es el caso de España, Italia o Grecia.

“Desde todas partes hay llamamientos para que esta provocación Hamás-Sumud se detenga”, ha remarcado, incidiendo en que “aún no es demasiado tarde” para que los activistas den la vuelta. La Global Sumud Flotilla está ya en la considerada zona de riesgo, a algo más de un centenar de millas de la costa gazatí, desde donde ha denunciado acciones de hostigamiento por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Los organizadores han descartado por ahora paralizar la navegación.

 

De esta manera, la Marina israelí ha intensificado en sus últimas horas los preparativos para que la Global Sumud, con más de 40 embarcaciones de distintas nacionalidades, frene su intención de llegar a Gaza. Según ha trascendido por medios de comunicación israelíes, sus fuerzas de seguridad podrían desplegar hasta 600 agentes y poner en alerta a siete hospitales en el puerto de Ashdod, el más cercano a la Franja, para gestionar las posibles detenciones y emergencias.

Sánchez dice que la flotilla “no es una amenaza”

Bajo el mismo telón de fondo, el presidente del Gobierno, en su viaje oficial a Dinamarca por la reunión informal de los líderes europeos, ha defendido la acción y propósito de la Global Sumud Flotilla, reiterando que no supone “una amenaza para Israel”.

Sánchez ha explicado que el Ejecutivo central se mantiene en contacto con los miembros de la flotilla, entre los que está la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, así como con otros países que cuentan con ciudadanos a bordo de la misma.

"Es una misión humanitaria, que no hubiera tenido lugar", según ha sostenido el presidente, si el Gobierno israelí hubiera permitido la entrada de ayuda humanitaria a la Franja y su reparto por parte de Naciones Unidas.

Según ha dicho, "desde el primer minuto" se ha trasladado al Gobierno de Benjamín Netanyahu que los españoles a bordo "van a contar con toda la protección diplomática" y también que "no representan un peligro ni una amenaza para Israel". Por tanto, ha asegurado que espera que Israel y el mando de Netanyahu “no provea de ninguna amenaza a esta flotilla".

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