La escolta que el buque Furor iba a brindar a la Flotilla se detendrá en el momento que los activistas propalestinos sobrepasen la zona de exclusión definida por el Estado genocida de Israel, localizada en aguas internacionales. El Gobierno ha dado la orden al barco del Ejército español, que inició su travesía hace casi una semana desde el puerto de Cartagena, ante la incredulidad de sus tripulantes, que se encuentran a las puertas de la “zona alto riesgo”, donde las fuerzas sionistas han atacado a otras misiones en el pasado.

El buque no podrá entrar en la zona de exclusión establecida por el ejército israelí ya que hacerlo pondría en riesgo la integridad física de su tripulación y de la propia flotilla”, han trasladado fuentes de Moncloa. Este mensaje, el mismo que ha sido comunicado a la tripulación que lleva ayuda humanitaria hasta Gaza, llega en el momento en el que la flotilla ha denunciado la presencia de drones y embarcaciones a su alrededor, a sabiendas de que no estarán protegidas por las fuerzas españolas.

Navegamos sin dejarnos intimidar por las amenazas y tácticas intimidatorias israelíes

El Ejecutivo pretende que la flotilla también claudique y ha recomendado “encarecidamente” a sus integrantes que, “ante en las actuales circunstancias, no se adentre en la zona de exclusión, porque hacerlo pondría en riesgo severo su propia seguridad”. La misión se ha mostrado sumamente molesta con esta decisión, acusando a España de ser cómplice “por acción y por omisión” de lo que les pueda ocurrir ahora que se han quedado solos. Además, también han cargado contra la connivencia de Moncloa con el falso plan de paz de elaborado por Donald Trump y Netanyahu.

El Gobierno ha intentado sacudirse las críticas, trasladando que ven la misión de la flotilla como “encomiable y legítima”, pero matizan que “las vidas de sus integrantes tienen que estar por encima”. Por el momento, el buque de salvamento marítimo “ya se encuentra en un radio operativo para realizar operaciones de rescate si fuesen necesarias”, trasladan fuentes gubernamentales. Este proceder es el mismo seguido por la Italia de la ultraderechista Giorgia Meloni, quien también mandó un buque, el Alpino, que ha dejado de escoltar a la flotilla italiana en la madrugada de este miércoles.

La flotilla sigue adelante entre drones y barcos israelís

Lejos de atender los reclamos de cese de la misión emitidos por gobiernos como el italiano y el español, la flotilla sigue adelante, aunque en “alerta máxima”. “La actividad de drones aumenta sobre la flotilla. Varios informes indican diferentes escenarios que podrían desarrollarse en las próximas horas”, ha trasladado la tripulación a través de sus canales oficiales. Asimismo, han señalado la presencia de “embarcaciones no identificadas” que se han acercado, “alunas con las luces apagadas”, a la flotilla. “Los participantes aplicaron protocolos de seguridad preparándose para una interceptación”, han comunicado, aunque ya se han alejado.

La que fuera alcaldesa de Barcelona y activista de la Global Sumud Flotilla, Ada Colau, ha alertado de que "las próximas horas serán realmente críticas" después estos incidentes sufridos en la noche de este miércoles. "No sabemos si simplemente quieren estresarnos o si quieren esperar a que exista la luz del sol para que sea menos peligroso abordarnos", ha trasladado en una entrevista concedida a Catalunya Radio.

Alta mar y las aguas palestinas no son suyas

La situación es "inédita" para Israel, dado que en esta ocasión la misión, que se espera que el jueves toque tierra, cuenta con más de 40 embarcaciones y centenares de personas a bordo. "Este mar no es suyo, son aguas internacionales y por tanto no tienen ningún derecho a detenernos, y menos a una misión humanitaria. Además, las aguas palestinas tampoco son suyas. En teoría no deberían poder detenernos, pero como los gobiernos occidentales les permiten, pues hacen estas ilegalidades".

“Continuamos navegando hacia Gaza acercándonos a la marca de 120 millas náuticas, cerca del área donde flotillas anteriores han sido interceptadas y/o atacadas”, han zanjado su última actualización la flotilla, llamando al mundo a “permanecer atento a la misión”. “Navegamos sin dejarnos intimidar por las amenazas y tácticas intimidatorias israelíes”, se han despedido. “Mantengan la vista en Gaza”.

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