El Departamento de Estado de Estados Unidos ha rechazado rotundamente las acusaciones de participación en cualquier intento de derrocamiento del Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Las declaraciones llegan tras la reciente detención en Venezuela de tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y un checo. Un portavoz del Departamento ha declarado que "cualquier afirmación de la participación de Estados Unidos en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa". Además, ha reiterado el "compromiso de Washington con buscar una solución democrática a la crisis política que atraviesa Venezuela".
En un contexto de tensión creciente, las autoridades venezolanas han informado sobre la detención de un militar estadounidense, mientras que circulan rumores de otros dos ciudadanos de Estados Unidos posiblemente retenidos. Estas detenciones se producen después de que Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, anunciara este jueves la captura de José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme. Según Cabello, ambos españoles tenían "vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia" de España y contactos con sectores de la oposición venezolana.
Cabello también indicó que los detenidos estaban involucrados en una "operación de desestabilización" vinculada a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, y acusó directamente a la CIA de liderar dicho esfuerzo. Además, el ministro del Interior afirmó que uno de los arrestados era el líder de la operación, describiéndolo como un miembro activo de los SEAL de la Marina de Estados Unidos y experto en explosivos, identificado como Wilbert Joseph Castañeda.
