Las autoridades de Estados Unidos han emitido una alerta de seguridad dirigida a sus ciudadanos ante la posibilidad de ataques terroristas en zonas turísticas de Sri Lanka, específicamente en la bahía de Arugam, ubicada en el océano Índico. La Embajada estadounidense en el país ha revelado la existencia de "informaciones creíbles" que apuntan a un posible ataque contra multitudes en esta localidad de gran relevancia turística.
Como precaución, se han establecido restricciones al personal de la Embajada, prohibiendo cualquier desplazamiento hacia esta área. Esta medida ya está en vigor desde la publicación de la alerta. Además, se ha hecho un llamamiento a los ciudadanos estadounidenses para que eviten visitar esta zona hasta que se emita un nuevo aviso.
Security Alert for American Citizens in Sri Lanka: The Embassy received credible information warning of an attack targeting popular tourist locations in the Arugam Bay area. Embassy staff are restricted from the area until further notice. U.S. citizens are strongly urged to avoid… pic.twitter.com/Ts77TACsuw
— U.S. Embassy Colombo (@USEmbSL) October 23, 2024
La crisis política en Sri Lanka pone en alerta a las autoridades estadounidenses
Sri Lanka ha experimentado una grave crisis política y económica en los últimos años. Hace dos años, una revolución popular puso fin a meses de protestas contra el gobierno del entonces presidente Gotabaya Rajapaksa, marcadas por la difícil situación económica que enfrentaba la nación, la más grave desde su independencia del Reino Unido en 1948. Las protestas, que comenzaron a principios de marzo, fueron desencadenadas por el aumento insostenible de los precios del combustible, la escasez de bienes de primera necesidad, cortes de suministro eléctrico, niveles récord de inflación y una deuda externa que alcanzó casi los 50.000 millones de euros.
En julio de 2022, la situación alcanzó un punto crítico cuando los manifestantes tomaron la Casa Presidencial, provocando la huida de Rajapaksa y llevando al entonces primer ministro, Ranil Wickremesinghe, a anunciar su dimisión. Sin embargo, poco después, el Parlamento lo nombró nuevo presidente. Desde entonces, la tensión ha disminuido en el país, que celebró en septiembre pasado elecciones calificadas por muchos como las "más pacíficas" de la historia de Sri Lanka. A pesar de la aparente calma, la amenaza de un nuevo brote de violencia no ha desaparecido completamente.
Se recomienda a los ciudadanos que se encuentren o planeen viajar a Sri Lanka que se mantengan alerta, sigan las instrucciones de las autoridades locales y comuniquen cualquier actividad sospechosa a los servicios de emergencia.
