Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, ha confirmado que la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul fue “un asesinato planificado”. Asegura que, pese a que el consulado es territorio saudí oficialmente, el crimen “no puede ser ocultado por la inmunidad diplomática” porque está en Turquía.

Erdogan ha narrado varios detalles revelados por la investigación turca, como la llegada de un equipo saudí al día anterior al crimen, que inspeccionaba diferentes localidades de la región de Estambul para preparar el asesinato. También ha confirmado la muerte del periodista Khashoggi.

"El incidente no fue algo momentáneo" sino "resultado de una operación planeada", ha defendido, subrayando que quince saudíes expertos en Inteligencia, seguridad y forenses llegaron de forma apresurada a Estambul en las horas previas a que Khashoggi llegara al consulado.

Según ha indicado, tras esa primera visita personal del consulado viajó apresuradamente a su país, donde Erdogan sospecha que se hicieron los preparativos para la operación del 2 de octubre. En las horas previas a la cita de Khashoggi, llegaron al consulado en varios grupos 15 saudíes, quienes lo primero que hicieron fue "retirar los discos duros y las cámaras de seguridad del consulado".

Declaración de Riad

El presidente turco ha lamentado que Riad tardara tanto tiempo en permitir el registro del consulado y ha criticado el comportamiento del cónsul, quien fue apartado del cargo. "Puede que el asesinato se haya producido en el interior del consulado, que es considerado suelo saudí, pero no se debe olvidar que está dentro de las fronteras de Turquía", ha subrayado.

"Ni la Convención de Viena ni otras leyes internacionales permiten que la investigación de un asesinato tan brutal sea cubierta por el escudo de la inmunidad diplomática", ha defendido Erdogan, que ha dejado claro que su país pretende hacer lo que haya que hacer para aclarar lo sucedido y que no se quedará "callado".