La radiotelevisión pública griega ERT dejó de existir la pasada medianoche, aunque centenares de los 2.656 trabajadores que forman la plantilla siguen manteniendo ocupada su sede en Atenas. El Gobierno ha tomado esta decisión para reabrir un nuevo canal con menos empleados.

Empleados de la radiotelevisión pública griega (ERT) continúan informando desde la sede de la estación en Agia Paraskevi en Atenas (Grecia) hoy, miércoles 12 de junio del 2013, después de que el Gobierno griego anunciara su cierre y fuera ocupada como protesta. EFE Empleados de la radiotelevisión pública griega (ERT) continúan informando desde la sede de la estación en Agia Paraskevi en Atenas (Grecia) hoy, miércoles 12 de junio del 2013, después de que el Gobierno griego anunciara su cierre y fuera ocupada como protesta. EFE



Un cierre abrupto
El ministerio de Finanzas anunció poco antes de la medianoche que a partir de ese momento ERT dejaba de existir, la sede debía ser desalojada y la programación suspendida "hasta la aprobación de una ley que establezca la creación de una nueva cadena pública". Las señales empezaron a caer una a una poco antes de la medianoche, mientras los trabajadores de ERT emitían información continua en directo.La plantilla había decidido autogestionarse y luchar contra un cierre anunciado inesperadamente unas horas antes por el portavoz de Gobierno, Simos Kedikoglu.

Miles de griegos protestan contra el cierre
Millares de personas se congregaron ante la sede del ente para protestar contra esta medida, muchas de las cuales aguantaron hasta entrada la madrugada. Para esta mañana hay prevista una nueva manifestación y el sindicato de medios ha convocado para el miércoles una huelga de 24 horas en las cadenas de televisión y el jueves en la prensa escrita. Mientras, ERT sigue por el momento retransmitiendo por su canal digital.

Rechazo general
El anuncio del cierre cayó como un jarro de agua fría no solo en el mundo del periodismo, sino también entre los intelectuales, deportistas, la Iglesia y la diáspora, para la que con frecuencia el canal internacional de la televisión pública es el único nexo con su país de origen.

Empleados de la radiotelevisión pública griega (ERT) se concentran en la sede de la entidad en Agia Paraskevi en Atenas (Grecia) este martes, 11 de junio del 2013, después de que el Gobierno griego anunciara su cierre. EFE



Los argumentos del Gobierno
Al anunciar la desaparición de ERT, el portavoz del Gobierno señaló que en lugar del actual ente se creará "cuanto antes" otra empresa pública "moderna", más eficiente y con una plantilla "mucho más pequeña". Además, añadió  que con esta decisión, el Gobierno ponía punto final a un "despilfarro" de fondos públicos y demostraba su "voluntad política" de reformar el sistema de radiodifusión pública.

Sólo apoyado por los neonazis de Aurora Dorada
Entre los políticos nadie ha puesto en duda la necesidad de modernizar la radiotelevisión pública, ni siquiera el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, pero la reacción de rechazo al cierre drástico ha sido unánime, con la excepción lógica de Nueva Democracia, el partido que lidera el jefe del Gobierno y el neonazi Aurora Dorada, que sí apoyó su decisión.

Fuerzas políticas, en contra
Incluso los dos socios de la coalición tripartita, socialdemócratas e izquierda moderada, cuyos ministros no firmaron el decreto, manifestaron su rechazo y anunciaron que votarán en contra en cuanto el texto sea sometido al Parlamento, lo que puede suponer una prueba de fuego para el Gobierno de Andonis Samarás.