El francotirador ruso Alexander Kislinky, de la agencia de espionaje rusa GRU, fue abatido por las tropas de Ucrania en la región de Donetsk, una de las regiones más castigadas por el conflicto bélico desde el inicio de la guerra de Ucrania.. El Kremlin lo consideraba como el mejor francotirador del país. Tal era su fama que algunas personas lo conocían bajo el seudónimo de “el Wali ruso”. Este militar de origen canadiense también combatió la guerra en Afganistán.

La baja de Kislinsky supone una pérdida sensible para el Ejército de Vladimir Putin. Tanto es así, que los medios de comunicación rusos lo elevaron a la categoría de "héroe", incluso creen necesario un homenaje a su "guerrero" de homenajear a su "guerrero", digno merecedor de una "memoria eterna". 

En las últimas fechas, las redes sociales del país se han plagado de vídeos del propio Kislinsky. En algunos de ellos, se observaba al prolífico tirador ruso junto a un tanque con el símbolo "Z", una alegoría en favor de la guerra. “Mi abuelo no acabó con la escoria nazi, pero nosotros lo haremos. Estaban escondiéndose en los bosques todo este tiempo, pero ahora salieron y los enviaremos de vuelta, con nuestra tecnología moderna acabaremos con todos”, aseguraba en uno de los citados clips.

Un perfil ligado a las Unidades Especiales de Rusia (SPR) le catalogaba como el "mejor francotirador" del país y anunciaba que fue enterrado en su localidad unos días atrás. Desde la facción vinculada al Ejército ruso aseguraron que murió dando batalla al "nazismo" y en defensa del "pueblo y la tierra rusa". En el pasado, el soldado deslizó que sus cuatro abuelos combatieron en la Segunda Guerra Mundial, aunque tan solo dos de ellos sobrevivieron. 

La agencia de espionaje rusa GRU, a la que pertenecía este francotirador, es un acrónimo en ruso del Departamento Central de la inteligencia.

El francotirador integraba la agencia de espionaje de Rusia GRU (Departamento Central de Inteligencia), que hunde sus raíces en la Revolución rusa de 1918. El cuerpo se adhirió en un primer momento al Ministerio de Defensa y difería en un amplio grado de la archiconocida KGB por su virulencia y oscurantismo. De hecho, durante décadas regateó a la inteligencia del bloque Occidental.