"Es muy posible que vayamos a tener una enfermedad transmitida por el aire que sea mortal". Esta es la frase premonitoria que pronunció Barack Obama, entonces presidente de los Estados Unidos, hace nada más y nada menos que seis años.

En 2014 defendió la necesidad de tener "una infraestructura" preparada para poder luchar contra ella . "No solo aquí en casa", alertaba, "sino también en el mundo". Obama afirmó entonces que había que tener la capacidad de "detectarla, aislarla y eliminarla rápidamente" . Para ello hacía referencia a una inversión en cinco o diez años, "para que cuando aparezca esa extraña fiebre, como lo hizo la Fiebre Española, estemos preparados para atajarla".

"Es una inversión inteligente para nosotros", subrayaba. "No es solo prevención. Es saber que estos problemas van a llegar, especialmente en un mundo globalizado en el que te mueves de una punta a otra del mundo en un día".  "Estoo es importante ahora", recalcó en referencia al Ébola, "pero es importante para el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos".