Mientras España se prepara para una vuelta a los colegios todavía incierta, Corea del Sur ha cancelado temporalmente las clases presenciales en Seúl a causa de los rebrotes de coronavirus que asolan la capital desde hace dos semanas. Las autoridades de la ciudad se han referido a ello como "la mayor crisis desde el comienzo de la pandemia". La medida ha entrado en vigor este miércoles y lo estará hasta, al menos, el próximo 11 de septiembre. Su aplicación también incluye a la ciudad de Incheon y la vecina provincia de Gyenonggi.

La decisión afecta a guarderías, parvularios y colegios, exceptuando a los alumnos de secundaria. Estos seguirán acudiendo a las aulas para no descuidar la preparación de la prueba de acceso a la universidad, selectividad en nuestro país y "Suneung" allí, programada para principios de diciembre, a la que se espera que se presenten casi medio millón de jóvenes. 

Esta decisión llega con las aulas de la capital convertidas en un nuevo foco de infecciones, después de que en las últimas dos semanas hasta 150 estudiantes y 43 profesores hayan dado positivo. El pasado 20 de mayo el gobierno puso en marcha una reapertura escalonada de los centros educativos, implementando un sistema de asistencia presencial rotatoria, de modo que cada semana solo un tercio de cada clase acude a las aulas, con el resto de los estudiantes participando online.

Evolución del virus en Corea del Sur

Corea del Sur ha sido uno de los países que ha gestionado la pandemia con mayor eficacia, contando con 18.267 infectados y 312 fallecidos, que marca un índice de mortalidad del 1.7% en todo el país. En las últimas semanas, al igual que en España y otros países europeos, ha experimentado un marcado repunte en el número de casos, el cual crece por encima del centenar diario desde mediados de agosto.

Este martes se reportaron 280 nuevos contagios, el segundo día consecutivo por debajo de los 300. “Es muy prematuro decir que la tendencia alcista se ha detenido”, declaró entonces Kwon Jun-wook, responsable del Centro Coreano de Prevención y Control de Enfermedades. El experto se refirió a este descenso como “la calma antes de la tormenta”, una última oportunidad de poner el virus bajo control antes de que se expanda desde Seúl al resto del país.

Uno de los focos más virulentos se ha localizado en el seno de una comunidad evangélica, la Iglesia del Amor Máximo, que ya representa el segundo mayor brote del país con más de 900 positivos hasta la fecha. Muchos de sus fieles asistieron a unas manifestaciones en la capital, teniendo en cuenta además que la mayoría de ellos comprenden edades mayores.

Por todo ello, las autoridades han recuperado algunas medidas de distanciamiento social, como el uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos y la prohibición de reuniones de más de 10 personas, tal y como se ha actuado en España en las últimas semanas.