Este fin de semana se dio a conocer la sentencia de extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, uno de los personajes más polémicos de los últimos diez años, de los que ha pasado buena parte refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, para después ser trasladado a una cárcel del país.

La sentencia, decretada por la más alta magistratura de Justicia de Reino Unido, cayó como un jarro de agua fría a los miembros del equipo de letrados que defienden la causa del inculpado. Sobre todo después de que, en la audiencia anterior, miembros de la judicatura se pronunciaron en contra de la extradición al país norteamericano alegando que el traslado supondría la muerte de Assange en prisión, por los trastornos mentales que había padecido durante tantos años.

Así mismo, la noticia fue un tremendo golpe para la familia del encarcelado, que esperaba con ilusiones y esperanzas que la magistratura se decantara a favor del ciudadano australiano.

Acusaciones y cargos contra Julian Assange

La prensa australiana ha tomado posiciones al respecto y el editorial del periódico The Age se acoge a que el inculpado fue acusado en Suecia de acoso sexual contra una mujer durante una visita que hizo al país nórdico. Sin embargo, y tras deliberaciones judiciales el caso fue archivado sin ningún cargo.

Pero, lo que realmente causó un gran revuelo a nivel planetario fue cuando, en el año 2010, el fundador de WikiLeaks fue acusado de desvelar cables y documentos secretos de diplomáticos y autoridades militares de Estados Unidos. En este contexto, el editorialista añade que Assange, sin ton ni son, asumió riesgos al desvelar cables diplomáticos que podrían causarle serios contratiempos. Sin embargo, al mismo tiempo, el periódico recalca que hay un debate por medio, que es necesario asumir, sobre las intervenciones militares de Estados Unidos en las guerras de Afganistán e Iraq.

¿Qué futuro le espera a Julian Assange?

Algunos analistas y observadores sostienen que, si Donald Trump continuará asumiendo el cargo presidencial, no habría duda que los huesos de Assange terminarían en la cárcel, por cuanto los cargos conllevan penas de hasta 175 años de prisión.

Sin embargo, cuando Obama estuvo a cargo de la administración norteamericana condenó las revelaciones del director de WikiLeaks, pero no quiso contemplar castigos penitenciarios porque dañarían los derechos de los periodistas.

Boceto artístico de Elizabeth Cook de Julian Assange durante su apelación contra la extradicción.
Boceto artístico de Elizabeth Cook de Julian Assange durante su apelación contra la extradicción.

Así las cosas, Lord Justice Holroyde, quien asumió el cargo principal de la más alta magistratura británica, refiriéndose a los castigos que podrían contemplarse bajo la Administración de Joe Biden, dijo que la vida del activista australiano no correría ningún peligro, después de dialogar con altos cargos de la administración norteamericana.

Por lo que se refiere al editor del periódico The Age de Melbourne, sostiene que la Administración estadounidense tendría que tener en cuenta que  Assange ha cumplido diez años de castigo y ha llegado la hora de que sea expatriado a Australia, para dejarle libre.

Del mismo modo, Penny Wong senadora del partido laborista, los sufrimientos que ha padecido han supuesto un largo periplo, suficiente como para que le dejen libertad en Australia.  

Por su parte, Eva Wawruszak, graduada en Relaciones Internacionales en Australia, en conversación con ElPlural.com, recalcó que, sobre este polémico caso estaba de acuerdo con la senadora del partido de la oposición sobre la repatriación del director de WikiLeaks a Australia y dejarle en libertad.

En el Gobierno federal, mientras tanto, no ha dado a conocer su opinión, sin embargo el primer ministro Scott Morrison, en anteriores ocasiones, dijo que el caso de Assange era una cuestión puramente judicial en la que prefería no intervenir.

Entre tanto, Peter Martina, de Warnambool, en el estado de Victoria, en una carta al editor del periódico sostiene que si el presidente Joe Biden quiere darle un nuevo giro a la Administración debería empezar por no apoyar gobiernos antidemocráticos y terminar con la persecución que está sufriendo Julian Assange.

El origen de Wikileaks

La organización de WikiLeaks comenzó su andadura en el año 2006 de la mano de Julián Assange como director, y aún continúa en el cargo en espera de su liberación. A lo largo de su carrera fue periodista, editor, publicista, y activista político, además de continuar con el cargo de director de la organización.

Una organización con 15 años de historia y en la que colaboran destacados periodistas, científicos, historiadores, matemáticos, escritores, y disidentes.