El lobby gay impone la censura a un periodista de La Gaceta”, titulaba este diario su información, en la que acusaba a Shangay Lily de provocar el cierre de la cuenta de Pflüger. “Twitter anunció hace unos meses que impondría la censura de tuits ‘por razones históricas y culturales’. El que presumiblemente fuera uno de los mayores espacios de libertad de la red no ha tardado en plegarse a los intereses del lobby gay, que no duda a la hora de ajustar el bozal a los periodistas que discrepan con las opiniones de los máximos representantes del movimiento homosexual”, escribió el diario de Intereconomía, que ya en enero mostró su malestar por el anuncio de Twitter.

Shangay Lily denuncia los insultos del periodista de La Gaceta
“Yo bloqueé en mi cuenta de Twitter a este señor, por sus insultos contra mí, porque se metía en mis conversaciones con otros internautas. Me llamó ‘enfermo, fascista, maricona mala, abusador de niñas, censurador’, me acusó de dirigir el lobby gay,”. Y animaba a otros a insultarme. Hay que estar delirando para afirmar que yo dirijo Twitter y que puedo decidir que se cierre la cuenta de alguien. Ni yo ni nadie puede conseguir semejante cosa”, declara Shangay Lily a ELPLURAL.COM.

Fue él quien amenazó con denunciarme
“Fue curiosamente este señor quien escribió en mi cuenta de Twitter que iba a pedir a la red social que anulara mi perfil y que iba a denunciarme, además, ante un juzgado, y mira por dónde, que por los disparates y las amenazas que escribió fue a él a quien Twitter le cerró su perfil”, dice el fundador de la emblemática Shangay Express.

Las declaraciones del obispo de Alcalá, en el origen de la polémica
“Fue uno de los individuos que me insultaron porque puse en mi Twitter, como protesta, una imagen de la publicación El Jueves sobre el obispo de Alcalá de Henares, Antonio Reig Pla, quien ha hecho declaraciones ofensivas y homofóbicas contra los homosexuales, a los que acusó de enfermos y dijo que existía una forma de curación”, explica Shangay Lily, sobre el origen de la polémica iniciada por el periodista de La Gaceta.

En Intereconomía están muy negros
Shangay Lily cree que en Intereconomnía “están muy negros” porque hace dos meses Twitter decidió censurar cuentas que incluyan comentarios que excedan la decencia y lo permisible, con amenazas violentas, defensa de ideología de ultraderecha, simbología nazi, etcétera. “Sus críticas a la decisión de Twitter, desde luego, muestra dónde se sitúa este grupo de comunicación, pero confío en que la gente se dé cuenta de esto”.

Gais, iguales que judíos
En opinión de este histórico activista, Intereconomía quiere hacer “con el mundo gay español lo que pretendió el antisemitismo en la Alemania nazi, mostrándonos como poderosos, con dinero, lo mismo que hicieron los fascistas con los judíos. Para ello se inventan eso del lobby gay y todas estas mentiras para generar odio y amparar todos los ataques contra gais, lesbianas y transexuales. Lo defienden como libertad de expresión, cuando en realidad es insulto y agresión”.

Lo insultos contra Shangay Lily en La Gaceta
La afirmación de Shangay Lily no está vacía de contenido. En la información publicada en La Gaceta sobre el cierre de la cuenta de su periodista, pueden leerse los comentarios de lectores, en los que abundan insultos: “¿Esto qué es, un ser humano, cosa animal, excremento fosilizado? ¿Se puede reproducir, tiene esporas? (…) En el fondo estos fenómenos necesitan que alguien les preste atención (…) Esto es un aborto de la naturaleza”. Comentarios en la línea de lo que la propia Intereconomía propugna. En agosto pasado, calificó a Shangay Lily de “desecho humano”.

Amenazas desde el Partido Popular
Y en la misma línea de comentarios salidos del Partido Popular, como el que le dedicó a Shangay Lily el vocal de NNGG de Salamanca Pablo Bonilla, que llegó a amenazarle en Twitter: “Un día te llevarás tu merecido. Gente como tú sobra en el mundo!”. En la red social le han amenazado de muerte: ‘Como te pille, vas a mear sangre’, ‘te vamos a matar’, ‘cuando salgas a la calle, mira para atrás porque te vamos a hacer pagar’.