El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, pretende retomar la normalidad celebrando reuniones, visitas institucionales y ciñéndose a los asuntos que aparecen en su agenda. Sin embargo, lo hace mientras los pueblos valencianos devastados por la DANA del pasado 29 de octubre siguen pidiendo auxilio y continúan lejos de poder retomar la normalidad.

Tras las numerosas y reiteradas peticiones de dimisión del presidente valenciano, la Comunidad Valenciana sigue recordando a su presidente las 224 muertes de las que lo hacen responsable y la nefasta gestión demostrada sobre el temporal y sus trágicas consecuencias. 

Como ya pasaba hace unos días, este martes Mazón ha visitado el Hospital General de Valencia y allí ha sido recibido con abucheos y reproches por parte del personal sanitario del centro y de los presentes. Con gritos de “Mazón, mentiroso”, “Mazón, dimisión”, “Necesitamos personal, no os importan los usuarios”, han querido reflejar, nuevamente, el profundo descontento y repugna que late en el pueblo valenciano hacia el presidente de la autonomía. 

Esto mismo también se podía ver hace unos días con la visita del presidente de la Generalitat, en este caso, al Hospital General de Castellón. A su llegada, parte del personal sanitario que fue testigo de la visita no dudó en recordarle el enorme número de víctimas mortales a consecuencia de la DANA. Entre los comentarios dirigidos al presidente, se pudo escuchar “vergüenza te tendría que dar toda la gente que ha muerto por tu culpa”, “todavía tienes la poca vergüenza de venir” o “eres un cabrón, te has cargado a toda esa gente y todavía vienes con esa cara de pijo que tienes”, entre otros.

Los agravantes del descontento 

Con todo ello, es evidente que Valencia no olvida los hechos acontecidos el 29 de octubre en un total de 87 municipios de la provincia. Un descontento y rechazo que ha ido acrecentándose a medida que ha pasado el tiempo y también se han ido haciendo públicas diferentes informaciones. Pocos días después del temporal, la responsable de Emergencias y consellera de Justicia, Salomé Pradas, admitía que desconocía la existencia del sistema de envío masivo de alertas hasta la misma tarde del 29 de octubre, lo que acabó con su destitución. La misma suerte tuvo la consellera de Turismo, Nuria Montes, a quien también la destituyó Mazón por sus polémicas declaraciones y ser acusada de “falta de empatía” y “falta de sensibilidad”. 

Otro de los hechos que más polémica ha generado ha sido la comida que el president tuvo ese día en ‘El Ventorro’ con la periodista Maribel Vilaplana, así como todas las llamadas que no contestó durante esa tarde en las que se le avisaba de la grave situación que se esperaba para las siguientes horas en la provincia de Valencia. Hace escasos días, desde el PSPV se instó al presidente a que publicara en el portal de Transparencia los detalles sobre esa comida y el por qué. Sin embargo, Mazón respondía por escrito negándose a lo anterior y desde Presidencia sostenía que la comida “no tuvo carácter institucional”.

Por todo ello, de manera similar a lo expresado por la ciudadanía tanto en el Hospital General de Valencia como en el de Castellón, la Universidad de Alicante también fue testigo el viernes pasado de protestas. A razón de una ceremonia en el Paraninfo de la UA, algunos de los asistentes al acto le increparon con gritos de “criminal, miserable, asesino, juzgable”, “¡Vete al Ventorro!”, “Mazón, asesino”.

Una protesta a la que también se unía la ministra de Ciencia y también secretaria general del PSOE en Valencia, Diana Morant, quien aprovechaba el momento previo a la entrada para pronunciarse sobre las palabras de Mazón en referencia a Gaza. “Son indecentes, miserables, racistas, xenófobas e inhumanas”, ha considerado Morant, que considera que el presidente autonómico busca “tapar su negligencia y su mala gestión", además de la "desafección que sufre en la calle". "Pretende enfrentar unos dolores con otros", ha añadido.

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