El buque Río Segura de la Guardia Civil. Imagen de RTVE



La imagen de guardias civiles enviados en misión humanitaria a Cabo Verde sirviendo de camareros a bordo del buque Río Segura por órdenes de sus superiores, en un festín con vinos y canapés, para agasajar a una comitiva oficial es, cuanto menos, extraña. El sindicato Unión de Guardias Civiles denuncia lo que considera un “acto vergonzoso e impropio” y un “mal uso del dinero público”.

Unas 60 autoridades asistieron al festín
Fuentes del sindicato han explicado a ELPLURAL.COM que al “festín” han asistido al menos “60 autoridades de Cabo Verde y del Cuerpo Consular acreditado en dicho país, siendo recibidos todos ellos por su excelencia el embajador español”. Después de un recorrido por la embarcación, los invitados han disfrutado de un aperitivo y un brindis, con camareros y pinches de cocina de excepción: los propios guardias civiles.

Guardias civiles como pinches de cocina y camareros
Éstos habían recibido la orden, “firmada por el comandante jefe operativo” de “apoyar al personal de cocina” y en las labores propias de camareros, como "el montajes de mesas”,  para dar servicio a “sus excelencias”, según denuncia el sindicato.

Como si fuera una embarcación privada
"Civiles de la Embajada española en Cabo Verde y jefes de la Guardia Civil del Río Segura “confunden claramente un buque oceánico de la Guardia Civil en servicio humanitario en aguas africanas con una embarcación privada para realización de visitas guiadas y brindis”, señala el sindicato.

Bochornoso, como la comilona de Tejero
Para esta organización, se trata de “una práctica bochornosa” al estilo de la comida preparada por el teniente coronel Tejero para celebrar el golpe protagonizado por su padre el 23-F, que “no solo no ha sido cuestionada ni castigada por el Ministerio del Interior, sino que se ha premiado con un ascenso a Tejero•.

Falta de control del dinero público
Unión de Guardias Civiles califica de “irritante la falta de control del dinero público” para este tipo de actos innecesarios, cuando no se solucionan problemas que afectan a los guardias, como la carencia en el buque de “una línea telefónica exterior para que la tripulación pueda hablar con sus familias en estas largas y duras travesías en aguas africanas”. El buque tampoco cuenta con “un televisor vía satélite para que los guardias civiles puedan distraerse en sus ratos libres”.