La Guardia Civil ha entregado a la jueza Carmen Rodríguez-Medel un segundo informe de su investigación sobre la manifestación del 8-M y sus posibles consecuencias para la propagación del coronavirus. Los agentes incorporan un vídeo de la ministra de Igualdad, Irene Montero, grabado el día 9, en el que ésta admite, off de record, que sintió miedo de que le contagiaran la enfermedad cuando las personas se acercaban a saludarla durante la marcha.
El vídeo de Irene Montero, grabado durante una charla informal con una periodista de la televisión vasca, fue publicado por ABC el pasado lunes, 1 de junio. En las imágenes se ve a la ministra de Igualdad cuando dice que hubo menos asistentes que otros años a la manifestación por miedo al contagio del virus. Además, reconoce que otros países ya estaban tomando medidas "súper drásticas" en ese momento para intentar frenar la pandemia. España declaró el estado de alarma cinco días después.
🗣 𝐈𝐫𝐞𝐧𝐞 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞𝐫𝐨: "La bajada de cifras en el 8-M fue debido al coronavirus, pero no lo voy a decir".
— Partido Popular (@populares) June 1, 2020
Lo sabían y lo ocultaron, haciendo caso omiso a los informes que venían de instituciones internacionales.
España no merece este Gobierno. pic.twitter.com/swszQSOx62
El informe insiste en las llamadas desde la Delegación del Gobierno
El atestado, al que ha tenido acceso El Plural, también incorpora las declaraciones de varios trabajadores de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid, que han admitido, según los agentes, que recibieron instrucciones para cancelar protestas solo unas horas después de la manifestación del 8 de Marzo, contactando por teléfono con las organizaciones convocantes. En los expedientes no figuran esas llamadas, pero los funcionarios reconocieron -según los investigadores- que sí las realizaron por órdenes de sus superiores.
Imagen del informe de la Guardia Civil
El informe analiza la documentación sobre el coronavirus que manejó el director del Centro de Coordinación de Alertyas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, desde enero y concluyen que el epidemiólogo disponía en febrero de información sobre la gravedad del coronavirus, entre ésta alertas de organizaciones internacionales que desaconsejaban la celebración de actos multitudinarios. La instructora de este caso, la jueza Carmen Rodríguez-Medel, no obstante ha descartado investigar en esta pieza al médico, contra el que se han presentado varias querellas en otros juzgados de Plaza de Castilla.
Los agentes admiten errores en el primer informe
Los investigadores admiten en este informe algunos errores cometidos en su primer atestado, como que incluyeron la palabra "pandemia" en la declaración que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 30 de enero, cuando en realidad habló de "emergencia de salud pública de importancia internacional”. Los agentes precisan que no fue hasta el 11 de marzo, tres días después de las manifestaciones del 8-M, cuando el director general de la OMS, Tedros Adhamon, utilizaba el término para hablar del coronavirus y dos días después señalaba Europa como epicentro de la enfermedad fuera de China.
Los agentes reconocen, además, que hubo imprecisiones en el reflejo de algunas declaraciones, como las tomadas al secretario general de la CGT en Madrid, Antonio O’Connor, sobre los motivos que le llevaron a suspender la concentración que había convocado para esas fechas. En el primer informe se decía que el sindicalista había manifestado que lo hizo por el riesgo de contagio, pero el motivo, según explicó él mismo después, fue buscar una fecha posterior más próxima a la celebración de un juicio contra el que pretendían protestar.
