El PP catalán parece tener asumido ya que Génova mantendrá hasta las municipales de 2023 las gestoras que ha nombrado en cada provincia tras el descalabro electoral. Los nombramientos se cerraron el pasado martes en un Comité Ejecutivo presidido por la vicesecretaria de Organización del partido a nivel nacional, Ana Beltrán.

En un comunicado, la cúpula del PP señaló que el nombramiento de los nuevos presidentes provinciales -Manuel Reyes (Barcelona), Jaume Veray (Gerona), Francesc Ricomà (Tarragona) y Xavier Palau (Lérida)- se aprobó por unanimidad en un Comité Ejecutivo presidido por la vicesecretaria de Organización y que este paso busca reforzar al partido en los distintos territorios de cara a las elecciones municipales de 2023.

"Se trata de una apuesta por la integración y el refuerzo de las estructuras para garantizar la presencia del Partido Popular en todo el territorio catalán", justificó el comunicado del PP, que enmarcó estos nombramientos en una "segunda fase de la reestructuración" que empezó en marzo con el nombramiento de Santi Rodríguez como secretario general y de Llanos de Luna y Juan Milián como coordinadores.

Alejandro Fernández aún más debilitado

La maniobra del PP nacional ha debiitado aún más el poder del líder regional, Arturo Fernández. "Pese a que Alejandro lo intente vender como una victoria personal, en verdad le castigan", afirmó un dirigente del partido en Cataluña, que reconoció que Fernández "no tiene la confianza de Madrid.

Los fieles a Fernández creen que hay un acoso y derribo contra el líder territorial desde el 14-F, en el que el PP bajó a tres escaños y estuvo a punto de desaparecer del Parlamento catalán.

Coinciden en su sorpresa, dado que el líder del PP catalán fue el único dirigente autonómico -junto a la navarra Ana Beltrán- que apoyó a Pablo Casado en las primarias nacionales del PP en julio de 2018 frente a Soraya Sáenz de Santamaría.