Según el anuncio del ministro de Interior, organizar concentraciones violentas a través de las redes sociales o alterar gravemente el orden público será “delito de integración en organización criminal”. También será delito entrar u obstaculizar el acceso a establecimientos públicos o la “resistencia pasiva”, como una sentada en la calle.

Gallardón echa balones fuera
En una entrevista en Rac1, Gallardón ha pretendido mostrar solo la cara buena al estar de acuerdo con que “los derechos fundamentales hay que respetarlos siempre, los de reunión y manifestación”, y ha puntualizado que “hay unas situaciones distintas en las que iniciándose en el uso legítimo de un derecho fundamental se rompe esa conducta y se transforma en una acción violenta que no está amparada por la protección de los derechos fundamentales”.

Violentos
El ministro de Justicia ha optado por centrarse en “los violentos”, que, según ha dicho, “están fuera del sistema”, pasando por alto que la nueva ley afectará no solo a estos, sino a personas que intenten manifestarse pacíficamente. Gallardón ha insistido en los violentos que, según ha dicho, “tienen desde el primer momento esa intención de ejercer la violencia y que utilizan a otros que lo único que quieren es expresar una protesta, o una inquietud o una pretensión”.

Un endurecimiento del Código Penal
Gallardón defendió que se introduzcan “unas modificaciones legales”, que, según dijo inicialmente “no sería un endurecimiento del Código Penal, aunque a continuación reconoció que “tal vez haya que estudiarlo también”. “Unas modificaciones legales que sirvan a la actuación policial, para garantizar que tras las detenciones y la identificación de esas personas, cuando sean puestos a disposición policial el juez no tenga más alternativa que dejarlos en la calle”, puntualizó el titular de Justicia.

El accidente de Froilán
Preguntado sobre el accidente con arma de fuego sufrido por el nieto del Rey, Gallardón hizo un esfuerzo notable por quitarle hierro al asunto. “Vayamos a lo importante, lo más importante en cualquier familia, lo importantes es celebrar que no haya ido a mayores. Yo estaría más preocupado lo que me dijera el médico que la Guardia Civil”. A continuación, Gallardón intentó escurrirse: “No le corresponde al ministro de Justicia la evaluación de las conductas. Será la Guardia Civil la que valore si existía autorización suficiente para usar este tipo de arma”.

No hay que exagerar
Según el exalcalde de Madrid, no hay que “exagerar en función de la notoriedad de los protagonistas lo que puede ser un incidente dentro de la vida de una familia. Me quedo con la buena noticia”, insistió.

Ni ir tan lejos
Sobre si la Fiscalía de menores debe abrir una investigación, Gallardón respondió que corresponderá una vez que se conozcan los hechos “no a la Fiscalía, sino al juzgado correspondiente determinar si esta infracción es de carácter administrativo o si además tiene otro tipo de responsabilidad. Yo no llegaría más lejos”, zanjó el ministro.

Contrario a la opinión de Aguirre sobre las autonomías
Acerca de la propuesta de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, de una reforma del Estado de las autonomías, Gallardón mostró su total oposición al considerar que “no es momento de discutir competencias sino de coordinar, remar en la misma dirección. No hay que traspasar competencias. El Estado autonómico es un gran avance y lo que tenemos es que mejorarlo”.