El borrador de decreto que plantea el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a las principales fuerzas políticas, implica retrasar las elecciones autonómicas, convocadas para el 5 de abril, hasta justo antes del verano u otoño, cuando la legislatura estaría agotada.

Fuentes consultadas sugieren que otoño es la opción más viable, puesto que ni siquiera los escenarios más optimistas de control del virus dejarían mucho margen antes de verano. Y en verano, a priori, hay coincidencia en que no tendría sentido que se celebrase la cita electoral.

En concreto, el borrador que plantea la Xunta distancia dos meses la nueva cita electoral del fin del estado de alarma, una decisión que se distingue de la propuesta que ha pactado Euskadi, y faculta al presidente autonómico para redactar el nuevo decreto de convocatoria de elecciones -en la pasada jornada el propio Feijóo remarcó que las consultas jurídicas así lo refrendaban-.

Feijóo y los líderes de PSdeG, Gonzalo Caballero, Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, BNG, Ana Pontón, y Ciudadanos, Beatriz Pino, han quedado este martes de nuevo, después de acordar este lunes buscar una vía legal para suspender las elecciones. Estaba previsto que el encuentro arrancase a las 12:00 horas, pero se ha pospuesto hasta las 12:45 horas, según ha informado la Xunta.

El borrador de decreto recoge que las elecciones quedarán suspendidas a "todos los efectos" y propone reanudar el proceso electoral en la "más próxima fecha posible" al levantamiento del estado de alarma.

¿Y en Euskadi?

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, se ha mostrado partidario de celebrar las elecciones al Parlamento Vasco, anuladas este pasado lunes, antes del próximo verano, pero cree que tendrán que ser en octubre si "la situación sanitaria lo recomienda". Además, considera que, en estos momentos, "no hay Gobierno y oposición", porque "la pelea y la riña en el patio público" sería "desolador para la gente”.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, ha señalado que la decisión de suspender los comicios autonómicos era "muy sencilla". "Si alguien tenía dudas de lo que había que hacer, lo que vimos el domingo en las elecciones francesas ya fue suficientemente ilustrativo para tomar una decisión de dejar sin efecto las elecciones", ha indicado.

A su juicio, unas elecciones "en las que la gente no participa, dejan de ser elecciones", y cree que, al margen de darse las condiciones "materiales y formales para que la gente pudiera ir a votar", tiene que haber "un ánimo colectivo para decidir, en total libertad".